Realidad para asimilar.
Es una historia basada en hechos reales que impacta e impresiona, cuya misión es distinguir la verdad de la mentira. El protagonista y encargado es un abogado defensor corporativo que emprende una demanda ambiental contra una compañía química que expone una larga historia de contaminación. El film nos enseña a luchar por una causa justa, superar todos los obstáculos y a valorar la vida. El documental cuenta con escenas muy sensibles.
En Dark waters (2019), film del director Todd Haynes quien se basa en un artículo del novelista estadounidense Nathaniel Rich, seguimos al abogado Rob Bilott, interpretado por Mark Ruffalo y casado con Sarah Bilott (Anne Hathaway). El mismo descubre un oscuro secreto que conecta un número creciente de muertes inexplicables debido a una de las corporaciones más grandes del mundo. En el proceso arriesga todo: su futuro, su familia y su propia vida, para exponer la verdad.
Haynes se nutrió de esta cruel y verdadera historia al trabajar el guión junto a Rich, el autor del artículo. Inicia con un inocente flashback que dará lugar a una tremenda historia muy bien desarrollada con realismo y a la vez con los instrumentos que utilizan las ficciones para lograr atrapar al espectador de principio a fin. La empatía con el protagonista y su solitaria lucha es enorme, sufrimos junto a él al punto de desear que no sea cierto lo que vemos por el impacto que logra la trama. En ese aspecto, las elecciones del director resultan muy atinadas. La música es la indicada para generar intriga y suspenso. Lo más destacable es la comprometida interpretación de Ruffalo a quien acompañamos en investigar y meternos de manera profunda en la mugre intoxicada para descubrir la verdad.
La humanidad padece de una amnesia histórica, especialmente en EE.UU., puesto que este caso no se encuentra muy alejado en el tiempo y en la realidad político-social de las empresas y la comunidad. Aunque no existen cambios significativos con respecto a la concientización del cambio climático y del impacto natural, ocasionados por intereses económicos de grandes empresas, los cuales pueden provocar muertes y enfermedades terminales. Esta película no nos recuerda esta realidad, en la que para ganar la batalla a poderosos que actúan en silencio, es necesario entregar la vida por la causa, con amenazas y con un entorno que la señala como una misión imposible.