En el futuro el tiempo es dinero. Debido a la superpoblación del planeta, el hombre ha sido genéticamente modificado y deja de crecer a los 25 años. Desde ese cumpleaños le queda un año de vida excepto que pueda comprar tiempo. De allí que los ricos vivan eternamente y los pobres no, claro. En ese contexto y tras la muerte de su madre, Will decide dar batalla e irá por todo. Secuestra a la hija de un banquero de tiempo y sale en busca del millón de años que guarda en un cofre. De esta manera se desata una persecución que va conformando una metáfora del presente. Hay gente que acapara y otra que debe vivir con las monedas que aquellos desechan. Timberlake no destila tanto glamour como dicen y su compañera hace exactamente de eso. Ciencia ficción para pensar en lo que viene.