Habrá que ver cuál será el futuro de esta versión cinematográfica sobre el popular videojuego amparado bajo la tutela del Midas Hollywoodense Jerry Bruckheimer, en un intento desesperado por reemplazar a la franquicia de los Piratas del Caribe. Por el momento la primera entrega de El Príncipe de Persia convence, entretiene y demuestra el buen ojo por parte de los productores en la elección del protagonista Jake Gyllenhaal, quien se erige a partir de este momento como un nuevo héroe del mainstream y como otra gallina de los huevos de oro para la industria. Una historia básica que utiliza de manera funcional los efectos especiales y visuales, que abandona con inteligencia los vicios del videojuego para abrazar los principios del cine de aventuras. Sin duda Alfred Molina se roba los aplausos como uno de los mejores relevos cómicos de los últimos años.