Para no crecer
La protagonista de esta historia es una niña demasiado seria y responsable para su edad, con una madre muy exigente y estructurada que le ha trazado un plan de vida que ella debe seguir a la perfección para poder llegar a ser una adulta exitosa.
Para seguir con ese plan se mudan cerca de la escuela donde la niña está por comenzar las clases. Mientras su madre trabaja, ella pasa todo el día sola estudiando y preparándose para el futuro, hasta que un día accidentalmente conoce a su excéntrico vecino, un viejo aviador que vive solo en una casa desordenada y llena de recuerdos.
Es el aviador quien introduce a la niña en la historia de El Principito, contándosela como viejas anécdotas; le habla de la rosa, el zorro, el rey, y sobre sus aventuras y reflexiones.
Así la niña va dejando de lado la estructura en la que vive y se permite jugar, soñar, y entender todo aquello que experimentamos en la infancia y luego de a poco vamos perdiendo.
A través de la niña el director hace más accesible la historia del principito, desde la mirada actual de un niño, rodeado de computadoras, con padres que trabajan demasiado, sin mucho contacto con la naturaleza, donde lo lúdico siempre está detrás de una pantalla.
La historia comienza con un moderno 3D con expresivos personajes, pero para narrar la historia principal se utilizó la técnica de stop motion, con hermosas texturas de papeles y colores acuarelados, que contrastan con la perfección y la prolijidad del 3D que representa la realidad.
La nena y el anciano construyen una hermosa relación, El Principito ocupa un gran lugar en sus vidas, es quien les enseñó lo que realmente importa, y que lo esencial es invisible a los ojos. Hasta ahí la historia funciona muy bien, luego por algunos giros del guión la niña se sumerge en el mundo del principito -podríamos decir que a partir de allí la adaptación es libre- y las cosas no funcionan tan bien, la historia se alarga demasiado y se pierde un poco el sentido.
No es necesario aclarar que estamos frente a una de las más hermosas y universales piezas de la literatura, un libro que tarde o temprano siempre pasará por nuestras manos, y puede tener varias lecturas e interpretaciones. Aquí el director ha elegido hacer hincapié en el valor de la infancia, la magia, los sueños, y lo oscuras que pueden volverse las cosas cuando todo eso se olvida.
Visualmente es hermosa, técnicamente es impecable, con algunas alteraciones en el guión que la alejan un poco de la esencia del libro, pero si sirve para que los chicos conozcan a este gran personaje y se acerquen a la literatura, bienvenida sea.