La cineasta brasilera María Augusta Ramos nos ofrece un potente documental que observa el proceso de impeachment que terminó destituyendo a la presidente Dilma Rousseff.
Una película que es necesaria por los tiempos que corren. La información circula muy rápido y no hay forma de chequear todas las fuentes. Lo que pretende Ramos es procesar este entramado político a través de dos temáticas fuertes: lo urgente y la información falsa. En estas claves vemos muchísimos minutos de material de archivo, que contrasta muy bien con lo que se decía en ese momento.
Ramos, en cuya filmografía anterior ya trabajó sobre cuestiones políticas-judiciales de su país, se centra en los días previos y posteriores del impeachment del día 31 de agosto de 2016.
Los medios y las campañas políticas en muchos momentos ponen el foco en cuestiones que no son relevantes a la situación político-social de algún país en particular. Aquí se busca filmar los hechos y mostrar todo lo que los canales de difusión evitaron o tergiversaron de acuerdo a los intereses personales de cada uno.
En “O Processo”, el principal atractivo es darle al espectador la sensación de ser testigo de los entretelones de un acontecimiento histórico. Para que nosotros saquemos nuestras propias conclusiones, pero a partir de estar informados. Esa es la premisa del documental, más allá del contexto brasilero acerca de Dilma, la información como fuente valiosa para la opinión.
La cinta ilustra cómo se desempeñó el equipo que defendió a Rousseff, acusada de alterar cuentas públicas. Su estrategia y su lucha, frente a una derrota casi inevitable.
Sin voz en off ni entrevistas, la cinta de más de dos horas de duración muestra los cruces entre los políticos participantes y la grieta social en torno a este caso. Parece mucho, pero nada sobra en este documental. Los que aparecen, se vuelven personajes poderosos y adictivos para seguir sus andanzas.
Circo político, cámaras de televisión, selfies, marchas, conferencias de prensa y reuniones en los gabinetes. El clamor de un pueblo por una representante política en tela de juicio.
Es normal que muchos detalles se nos escapen por no entender la cotidianidad de una sociedad ajena pero la peripecia de estos sujetos es fascinante. Documental intenso, rabioso e imprescindible, donde el contenido le gana a la forma de narrar.