Nos narra los momentos que vive una niña de 6 años llamada Moonee (Brooklynn Prince, tiene tan solo 7 años y su actuación es excelente) en Florida, cercana a Disneylandia, junto su madre soltera Halley (BriaVinaite) que intenta ver a su hija feliz, aunque tiene serios problemas económicos.
Esta niña vive un mundo de fantasía y hace miles de travesuras típicas de su edad junto a sus amigos Scooty (Christopher Rivera), Dicky (AidenMalik) y Jancey (Valeria Cotto), pero se contrasta con una realidad cruda, donde se puede ver: la inmadurez, la falta de dinero, los vínculos madres-hijos y la falta de la figura paterna.
Todo se desarrolla en un motel muy pintoresco donde las personas que lo habitan no cuentan con mucho dinero, pero también pasan por allí algunos turistas y como una paradoja queda a pocos metros Disney.
El director Sean Baker es estupendo, realiza buenos trabajos como lo hizo en “Tangerine” (2015), sabe meterse en los mundos de marginales y en los problemas que viven los sectores de clase baja. Logra muy buenos encuadres, planos, con la cámara sigue a cada uno de sus personajes y resalta sus expresiones, reflejando sus vidas y por momentos tiene algo de documental.
Este film es muy sólido, con muy buenas actuaciones, entre ellas se destaca la de WillemDafoe, el encargado del motel, esta estupendo en todo momento. La historia contiene una gran carga emocional sin necesidad de llegar a la lágrima fácilmente, con esa madre joven que por momentos se sumerge en las drogas, el alcohol, en el sexo (por algo de dinero), con muchos comportamientos de niña, tiene un amor incondicional así su hija que lucha por su tenencia y por mantenerla en un mundo de fantasía, aunque ambas desean huir de la realidad. Un final que te deja pensando y reflexionando.