Perdedores hermosos
Marcel Marx, ex-escritor bohemio y alcohólico devenido lustrabotas de una ciudad portuaria se cruza, cuesta abajo en su rodada, con un niño africano que acaba de llegar en un container y busca reencontrarse con su madre. Ese es apenas el punto de partida con el que el director finlandés Aki Kaurismaki (Luces al atardecer, El hombre sin pasado) desarrolla su tan particular tragicomedia. Si bien la temática de la inmigración ilegal la acerca a propuestas vistas recientemente como Figuras de Guerra o la rosarina El gran río, lo que hace Kaurismaki solo es comparable con sus trabajos anteriores, por la manera de querer a los personajes y de contar con distanciado humor las historias más tristes. Un retrato muy humano de antihéroes que, a fuerza de ser solidarios, terminan llegando a buen puerto.