Van a pasar muchos años hasta que el tema de Wikileaks pueda ser bien analizado en el cine.
El caso de Julian Assange es histórico y revolucionó para siempre el mundo de la información y los medios de comunicación.
Todavía está todo demasiado caliente para hacer una buena reflexión sobre el tema que permita evaluar bien sus consecuencias y mientras tanto llegan al cine este tipo de producciones oportunistas.
Esta es la segunda película de ficción que se hace sobre esta cuestión.
La primera fue la producción para televisión Undergound: The Julian Assange Story (2012) que es un poco mejor porque narraba los orígenes de este hombre sin el sensacionalismo hollywoodense.
Aquella película, que la pueden encontrar en dvd, se centra en la camada de hackers de los años ´80 a la que perteneció Assange y es más interesante.
El problema con El quinto poder es que está basada en dos libros que escribieron personas que seguramente no le mandarán una postal a Assange el día del amigo.
Las fuentes del guión fueron "Inside Wikileaks", de Daniel Domscheit-Berg y "Wikileaks: Inside Julian Assage´s War on Secrecy", de David Leigh y Luke Harding.
Son dos miradas muy tendenciosas donde queda afuera la voz de Assage que es la otra campana del tema.
Desde lo cinematográfico es claro que el director Bill Condon tomó como referencia el cine de Alan Pakula y su obra maestra, Todos los hombres del presidente (1976).
Condon intentó hacer un thriller de ese estilo pero la diferencia es que no contó con un gran guión como el que tuvo Pakula en su momento que laburó el caso Watergate de una manera brillante.
El quinto poder se propone trabajar el tema Wikileaks como un thriller de periodistas pero derrapa cuando lo convierte a Assange en una especie de villano hollywoodense, que parece salido de un film de Joel Schumacher.
La verdad que Bill Condon que venía de hacer los filmes de Crepúsculo no fue la mejor elección para hacer esta película.
Wikileaks es un tema groso que tuvo un enorme impacto en el mundo y esta película no está para nada a la altura del conflicto que aborda.
El film es demasiado superficial y nunca explora la complejidad de lo que ocasionó la aparición del sitio web de Assange que es un tema fundamental.
Lo más rescatable de esta producción son las interpretaciones de los dos protagonistas Benedict Cumberbatch (Sherlock) y Daniel Brülh (Rush), quienes merecían que sus trabajos hubieran sido apoyados por un mejor guión.
Ellos son la razón por la que vale la pena darle un visionado a este film que dificilmente sea recordada como "la gran película" del tema Wikileaks en el cine.