Otra pseudobiografía carente de cine
Las biografías cinematográficas se convirtieron en el nuevo género fetiche de las productoras y bien sabe el asiduo espectador de cine que esto deriva inevitablemente en cantidad de films que repiterirán una estructura (no siempre funcional) cambiando los personajes y las circunstancias y de esta manera, llegar a resultados diferentes.
El Quinto Poder tiene elementos que la emparentar con la reciente jOBS, con una estructura que si bien tiene más ritmo se basa de la manera de aquella en flashbacks que realizarán recortes de la temporalidad del personaje retratado más por bajada ideológica que por entusiasmo cinematográfico. La ventaja de El Quinto Poder por sobre la ya mencionada jOBS e incluso por sobre otras ofertas de este calibre es Benedict Cumberbatch, uno de los actores del momento. Cumberbatch es capaz de llevar adelante a un Julian Assange con el perfil psicológico que le da la película con la poco inspirada construcción que el guión hace de su personaje y salir airoso. Al correr el metraje, se pone cada vez más en evidencia que se busca de todas las maneras posibles emparentar al creador de WikiLeaks con la figura del villano abandonando progresivamente las medias tintas.
La película propone un modo simplista de analizar el caso WikiLeaks porque reduciéndolo a un retrato maquetado de héroes y traidores encuentra un lugar de seguridad para desarrollar su postura política.
El problema principal de El Quinto Poder es creer que un excelente actor y una historia “picante” necesariamente dan como resultado un buen film. En este sentido se convierte en un exponente clarificador de lo errónea que es esta postura. Apartándonos de la bajada de línea de la cinta y de lo tendenciosa que es la propuesta no hay tampoco nada destacable en ninguno de los apartados técnicos, en la narración o en el guión. La mixtura de registros y lenguajes lejos de contribuir a la creación de la estética de la película, evidencia su falta de decisión formal.
El Quinto Poder es como retrato biográfico y como construcción cinematográfica mucho menos interesante que los documentales que se han hecho sobre WikiLeaks y Julian Assange sumándose al grupo de films en los cuales la figura o hecho retratados resultan demasiado grandes para la propuesta.