Una vida al límite que revela a Katie Jarvis, una actríz con gran futuro
Este personaje, que le da nombre al titulo, aquí en Argentina, originalmente sería “La Pecera”, es una joven de 15 años, en apariencia rebelde, más cercana a un trastorno limite de personalidad, que vive en un departamento tipo monoblock, a las afueras de Essex.
Esto desde el punto de vista de un narrador omnipresente, no es ingenuo y mucho menos casual. Esta “pecera” es un micromundo con un limite muy preciso, pero transparente, donde la sensación de afuera o adentro sólo se concreta con la acción de la trasgresión de ese limite.
Si estamos hablando de una “borderline”, tal el término en ingles de la patología de la joven, también estamos haciendo referencia a la ubicación geográfica en donde se desarrollan las acciones, no es la ciudad propiamente dicha, ni es el campo a pleno.
Mía (Katie Jarvis) vive allí con su madre Joanne (Kierston Wareing) y su pequeña hermana Tyler (Rebecca Griffiths). En un micromundo constituido sin la menor intención, ni proyecto, es dable suponer que la disfuncionalidad esta a la orden del día.
Su madre es otra adolescente, con todo el peso de la palabra, no puede constituirse como madre, sólo lo hace desde una faceta biológica y etaría.
El presente y el futuro de esta joven es tan desolador como uno podría presumir sería su diagnostico y pronostico.
Lo que es común en las tres mujeres, repetitivo desde la necesidad, pero diferenciada en las formas es la búsqueda de afecto.
De las relaciones peligrosas con sus pares, entre celos y lealtades construidos y sostenidos por la música y el baile, como elementos de identificación adolescente, hasta la perturbadora relación con el nuevo novio de su madre, Connor (Michael Fassbender) es que va circulando por la vida y como puede Mía.
Ella tiene un sueño, ganar un concurso de baile de Hip Hop, lo que le daría la posibilidad de alejarse de ese “mundo”, y para ello cuenta con el apoyo incondicional de este nuevo personaje que entro en su vida.
A todo esto se le va a sumar un joven tan marginal como ella, miembro de una familia de gitanos, quien si tiene la posibilidad de dar y recibir afecto.
La estética utilizada por la realizadora, va de la mano del mundo que quiere retratar, cámara en mano, la utilización de planos secuencias con el sólo fin de seguir a su personaje, y en otros momentos con un diseño de montaje quebrado, como si las escenas no terminaran, sino que se cortan.
También el diseño de arte esta en consonancia con la historia y el espacio, en algún punto haciendo recordar al mejor Ken Loach. Otro dispositivo importante es la fotografía mayormente de tonos fríos, aplica a lo distante del personaje, a lo mismo que la banda de sonido, que incluyendo el tema musical “California Somnolienta” entra en el mundo más intimo de Mía y que esta jugado desde su deseo y su fantasía.
Para destacar o subrayar por sobre todas las cosas el nivel actoral de esta producción, principalmente en la, de ahora en más a tener en cuenta, joven Katie Jarvis, quien compone de manera magistral a su personaje.
Calificación: Muy buena (Lic. Héctor Hochman).
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Información complementaria
Apreciaciones de Andrea Arnold
“Todas mis películas parten de una imagen. Generalmente, se trata de una imagen fuerte, cuyo origen desconozco. Al principio no entiendo su significado, pero quiero saber más y empiezo a profundizar. Así es como empiezo a escribir los guiones. Desde el primer momento, me propuse reunir el mayor número posible de actores no profesionales. Para el papel de Mia, quería a alguien auténtico, que no tuviera que actuar sino que simplemente fuera ella misma. Yo buscaba a una joven a medio camino entre la infancia y una edad adulta.
Fue muy difícil, porque muchas chicas de 17 y 18 años son ya adultas. Cuando ves la película, Katie Jarvis tiene un aire más juvenil, más frágil, que en la realidad. Me he dado cuenta de ello durante el primer montaje y ha quedado reflejado mucho mejor de lo que podía imaginarme.
Descubrimos a Katie Jarvis (17 años) cuando ya habíamos visto a una serie de chicas que nos enviaron algunas agencias y clubes de baile y habíamos extendido la búsqueda a la región de Essex y habíamos recorrido las casas de juventud, los mercados, los centros comerciales... todos los lugares donde podríamos encontrar adolescentes. Descubrimos a Katie en la estación de Tilbury Town, mientras discutía con su chico. Cuando la abordamos, ella no se creyó que se tratara realmente de un rodaje y no quiso darnos su número de teléfono.
Katie tiene una energía desbordante, pero también tiene una parte de fragilidad e inocencia que nos interesaba. Es originaria de la región en la que íbamos a rodar, y nos pareció muy auténtica. Nunca había actuado y no había hecho nada de baile, de hecho no sabía bailar y no le gustaba. La primera vez que le pedí que bailara un poco, no se atrevió. De repente, salimos de la habitación y dejamos la cámara rodando para que pudiera bailar sola. Al visionar la cinta, me di cuenta de que, aunque no sabía nada de baile, era realmente ella misma cuando bailaba. No tenía ni caretas ni pretensiones. Era capaz de ser ella misma, incluso cuando hacía alguna cosa que no le gustaba. Me dije que valía la pena arriesgarse. Yo no estaba nada segura de que aquello pudiera funcionar, puesto que Katie no tenía ninguna experiencia como actriz, pero de todas formas yo estaba segura de que sería ella misma, que es lo que contaba para mí.
Katie ha sido muy valiente en muchos aspectos, porque tenía que acostumbrarse a muchas cosas. Estaba en todas las escenas y algunas veces eso era duro para ella. Pienso que ha ido madurando a lo largo del rodaje, que ha cambiado un poco. Lo hizo muy bien, y creo que quiere seguir actuando. Ahora, incluso tiene un representante.
Para el personaje de Connor, no pensé de inmediato en Michael Fassbender. Al principio, me propuse que todos los papeles fueran asignados a personas no profesionales, pero luego me dije que sería interesante trabajar con un actor profesional y enfrentarlo con la inocencia de Katie, porque eso podría repercutir en su relación en la película y funcionar.
Fassbender me parecía perfecto para el papel, y siempre confío en mi instinto. Fue valiente al hacer esta película porque no entregué previamente el guión ni a él ni a nadie y no sabía qué podía esperarle, pero yo quería rodar con continuidad, para que cada uno fuera descubriendo la historia a medida que se iba desarrollando el rodaje. Esto era especialmente importante para Katie porque yo quería que ella supiera todo el tiempo dónde se encontraba. Además, yo no quería que nadie añadiera nada significativo a lo que íbamos haciendo, y como ningún actor sabía lo que iba a pasar a continuación, todos tenían que contentarse con trabajar la escena en la que estábamos, sin intentar saber más. En cierto modo, como pasa en la vida misma, creo yo. No sabemos lo que va a pasarnos dentro de una hora o al día siguiente, y yo quería que cada instante tuviera esa inocencia. Michael se adaptó perfectamente a este método y se tomó las cosas con serenidad. Ni hubo que ensayar ni discutir, simplemente trabajamos tomando las cosas como venían.
Kierston Wearing, que interpreta a Joanne, la madre de Mia, me gustó desde el primer momento y sentí que la conocía desde siempre. Es una sensación muy agradable y le ofrecí el papel sin dudarlo. Resulta que Kierston se había criado en la región en que rodamos y ése era sin duda un aspecto que me interesaba. Tenía una autenticidad increíble, desde su acento hasta su personalidad.
El rodaje de "Fish tank" se desarrolló durante seis semanas en el verano de 2008, en Essex, al este de Londres. Al escribirla, pensé en el estuario de Kent, que conozco bien, pero me decidí por Essex porque sabía que había paisajes parecidos. Rodamos mayoritariamente en un bloque donde estaría la casa de Joanne y Mia. En general, los equipos de rodaje son muy arrogantes y se comportan como si los lugares que ocupan les pertenecieran. Yo esperaba que los habitantes se quejaran de nuestra presencia y nos mandaran a freír espárragos, pero no pasó nada de eso. En esos bloques de viviendas hay mucha gente, muchos niños, mucha energía. No los veo como malos sitios, y a pesar de que hay el tópico de que esos edificios son horribles, no lo son en realidad.
Siempre hay presión para tener el título de la película cuanto antes, pero yo necesito sentir antes la película. En el acuario, en ese espacio que muestra "Fish tank" (acuario) hay mucha vida, y este título es una buena metáfora.”
(Trascripción del material de prensa recibido).
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Sobre la realizadora
Andrea Arnold, nacida el 5 de Abril de 1961, es una realizadora inglesa ganadora del Oscar, y ex actriz. “Red Road” (2006) fue su primer largometraje. Se hizo conocida como actriz y presentadora en el show televisivo infantil “No. 73”. Este show emitido en los ochenta por ITV los sábados por la mañana, en el cual personificaba a Dawn Lodge, programa que tenía la combinación usual de música, concursos y dibujos animados, formula característica de los programas ingleses para niños de los sábados por la mañana en los ochentas.
En 1988 “No. 73” se convirtió en “7T3”, mudando el set de una casa londinense a un parque temático. En 1990 era presentadora y guionista de un programa educativo para adolescentes sobre el medio ambiente, “A Beetle Called Derek”.
En 2005, ganó un Oscar por su cortometraje “Wasp”. “Red Road” ganó un premio BAFTA en 2007 a Mejor Ópera Prima, y se la ha asociado con obras de reconocidos directores como Michael Haneke y Lars Von Trier. Es la primera parte de una trilogía conceptual titulada “Advance party”, dirigida por distintos directores de primeras películas y gestada por Lars Von Trier, Lone Scherfig y Anders Thomas Jensen. Al igual que el Dogma 95, los tres filmes se deben realizar según una serie de reglas estrictas: deben ser filmados digitalmente, en locaciones ubicadas en Glasgow durante seis semanas y usando los nueve personajes (y los actores que los interpretan) ideados por los guionistas daneses Lone Scherfig y Anders Thomas Jensen.
Como realizadora a concretado cinco producciones a la fecha.
Tres cortometrajes: “Milk” (1998), “Dog” (2000) y “Wasp” (2003), este último gano 38 premios internacionales, incluido el Oscar al Mejor Cortoimetraje. Dos largometrajes: “Red Road” (2006), y “El mundo rebelde de Mia” (“Fish tank”, 2209) galardonada con 16 premios internacionales, entre ellos el Premio del Jurado en Cannes 2009, los Premios BAFTA 2010 Mejor Film Británico, y los premios Mejor Film Británico, Mejor Director Británico, Mejor Actor Secundario (Michael Fassbender) y Mejor Actriz Joven (Katie Jarvis) por parte del Circulo de la Critica de Londres.