En 1973, Jack Nicholson y Otis Young eran dos marines que debían custodiar hasta una prisión militar al pobre Randy Quaid, culpable de tratar de robar 40 dólares. Imposible describir esta obra maestra semiolvidada, "The Last Detail" ("El último deber" de Hal Ashby). Darryl Ponicsan, autor de la novela original y luego autor y productor de films de culto como "The Boost", uno de los máximos opus de James Woods, resucitó a sus marineros del siglo pasado en el libro del 2005 "Last Flag Flying", enfrentando a los tres personajes con sus fantasmas y la oscura realidad del siglo XXI.
El trio ahora está conformado por Bryan Cranston, Laurence Fishburne y Steve Carell, y sus actuaciones bastan para justificar el precio de la entrada. Lo que no implica que esta comedia negrísima pueda hacerle sombra al film de Ashby. Es que finalmente esto es una producción de Amazon, lo que a veces hace que luzca como un telefilm de la era del streaming. El director Richard Linklater hace un trabajo más que digno, logrando momentos brillantes y aprovechando sus actores al máximo, pero nunca termina de dejarse llevar del todo hacia la incorrección política que pide el asunto. De hecho, el tono de melodrama de los últimos actos y el desenlace conciliatorio provocarían un feroz escupitajo de aquel viejo Nicholson de "The Last Detail". Pero mas alla de las comparaciones, este "reencuentro" merece verse.