Simon (Jason Bateman, de Horrible Bosses y Arrested Development) y Robyn (Rebecca Hall, de The Prestige) llegan a su nueva casa, buscando dejar atrás la pérdida de un embarazo y fortalecer su matrimonio, apoyados en una excelente nueva posibilidad laboral de Simon.
Pero (siempre hay un pero, caso contrario no habría película) en el nuevo barrio vive Gordo (Joe Edgerton, de Black Mass y Exodus), un ex compañero de colegio de Simon que piensa que son más amigos que lo que realmente son. Los esfuerzos de Gordo por acercarse a la pareja son cada vez más molestos e invasivos: les deja regalos constantemente, irrumpe en la casa sin ser invitado; haga lo que haga, no logra congeniar con el matrimonio: no se entienden al hablar, no les causan gracia las mismas cosas y no tienen nada en común. Pero Gordo, en una mezcla de psicopatía y desesperación por superar la soledad, sigue pretendiendo que las cosas funcionan.
Hay tres situaciones que se desarrollan en paralelo: el acoso de Gordo (con sus respectivas desapariciones, que son aún más inquietantes que su presencia), el descubrimiento por parte de Robyn de los verdaderos hechos del pasado que vincularon a los dos hombres, y el nuevo embarazo de la mujer.
Basándose con fuerza en el manejo de los tiempos, los silencios y el suspenso, la película logra generar un excelente clima. Las preguntas sobre qué pasó y qué va a pasar despiertan la intriga escena a escena, con cada indicio que nos brinda el director sobre las respuestas. Mención aparte para la música: la banda sonora logra acompañar a la perfección y generar excelentes climas de intriga, angustia y suspenso.
Las actuaciones son completamente verosímiles, sobre todo Bateman que viene de la comedia, lo cual es una gran alegría en una película de este tipo. Tuve la posibilidad de ver hace poco Knock Knock (traducida insólitamente como El Lado Peligroso del Deseo), y todo el clima de terror psicológico que debería generar se va a la banquina por las burdas actuaciones de los tres protagonistas (Keanu Reeves, Ana de Armas y Lorenza Izzo, que más que dos psicópatas y su víctima parecen personajes de Capusotto). Por eso mismo es que da tanto gusto ver a un psicópata como Gordo: minimalista, silencioso, meticuloso, con aspecto frágil y débil, pero sutilmente mortal.
VEREDICTO: 7.0 - ¡SORPRESA!
Lo que podría haber sido una cinta más en la cartelera semanal, ya que se estrenó sin bombos ni platillos, se vuelve una grata sorpresa. Con una similitud en cuanto a climas a los grandes films de suspenso de los '90, El Regalo nos demuestra que buenos personajes hacen buenas historias.