Las buenas actuaciones sostienen este “regalo”
Jason Bateman es un ejecutivo que consigue un excelente trabajo cerca de su ciudad natal, lo que le permitiría borrar algunos problemas en su matrimonio con Rebecca Hall, que lo acompaña a California dispuesta a dirigir on line su empresa ubicada en Chicago.
Mientras hacen trámites relativos a la mudanza, se les aparece un personaje tan gentil como perturbador, siempre dispuesto a hacer regalos imprevistos, el amigable ex compañero de colegio Gordon, mas conocido como Gordo, "the Weirdo".
A fines del siglo pasado, Hollywood encontró algo tan pero tan parecido a una nueva fórmula, que lo explotó hasta más no poder. Era la fórmula "alguien infernal", surgido del taquillero prototipo "Atracción fatal", con una amante que se negaba a limitarse a esa situación sentimental. Luego siguieron roommates infernales ("Mujer soltera busca") y baby sitters psicópatas ("La mano que mece la cuna") y diferentes variaciones de todo tipo.
Si no fuera por estar fuera de época con aquel fenómeno de taquilla, "El regalo" podría asimilarse perfectamente a ese subgénero del psychothriller, en su variante "ex compañero de colegio infernal".
"Gordo" está interpretado por el director y guionista Joel Edgerton, que por intentar con garras y uñas evitar ese nicho que de todos modos le cabe, no sólo elude algún posible momento terrorífico tipo reunión de egresados o algo por el estilo, sino que objetivamente demora mucho más tiempo de lo razonable el verdadero inicio del conflicto con la parejita a perturbar.
Llegado ese punto demasiado demorado, el guión aporta detalles interesantes relacionados con tópicos como el bullying adolescente, implicando sus derivaciones y consecuencias. Igual, lo que finalmente salva este regalo, son las buenas actuaciones, empezando por la excelente Rebecca Hall.