Sólido debut de Joel Edgerton en la dirección
Luego de más de veinte años de carrera actoral y una amplia participación en todo tipo de películas, el australiano Joel Edgerton (Exodo: Dioses y Reyes; El Gran Gatsby) se lanzó a la dirección con la atrapante El Regalo, un thriller psicológico de esos que te absorben y te mantienen al borde del asiento durante toda la función. Jason Bateman y Rebecca Hall componen el correcto elenco de este film, que también fue guionado y producido por el propio Edgerton.
Simon (Bateman) y Robyn (Hall) conforman un matrimonio feliz que, gracias al nuevo empleo de Simon, consiguen mudarse a un caserón en los suburbios de Los Ángeles. A poco de llegar, se cruzan en un negocio con un viejo compañero de secundaria de Simon -Gordon Mosely (Joel Edgerton)- al que no veía desde hace veinte años. “Gordo” se muestra muy interesado en entablar una amistad con ellos y, luego de ese encuentro azaroso, comienza a dejarles todo tipo de regalos en la puerta de la casa: vinos, peces para el estanque, una cuna para el bebe. Este extraño comportamiento -sumado una serie de visitas inesperadas de parte de Mosely- pone muy nerviosa a Robyn (personaje de rasgos paranoides), y lo que al principio eran gestos amigables de un tipo extraño, pronto se convierte en una situación de acoso insoportable de la que ninguno de los dos puede escapar.
No conviene adelantar mucho más sobre la trama, pero basta con decir que el pasado de ambos jugará un rol fundamental en el desarrollo de los acontecimientos. Edgerton elabora un complejo juego de máscaras e intenciones ocultas que descolocan y sorprenden al espectador conforme avanza el argumento. Nada es lo que parece en este intrigante film. El manejo maestro del suspenso por parte del realizador y las vueltas de tuerca de un guión inteligentísimo construyen un clima verdaderamente paranoico y hace que nunca podamos confiarnos demasiado en lo que estamos viendo.
Edgerton ya había demostrado su destreza como guionista en la interesante El Cazador (The Rover, 2014) y en los thrillers The Square (2008) y Felony (2013. A partir de ahora, habrá que sumarle a su habilidad creativa una sólida faceta como narrador, en este caso, de una historia retorcida que lleva adelante con pulso firme y que a fin de cuentas logra salir airosa de todos los enigmas que propone.