Suspenso con mensaje.
Joel Edgerton sorprende gratamente en su debut como director de un largometraje, entregando una propuesta de suspenso original y bien narrada que escapa a los estándares usuales del género.
No es el típico thriller. Las partes por separado en un principio pueden resultar familiares, pero a medida que se van encastrando para estructurar su argumento, The Gift comienza a tomar distancia de la receta habitual, diferenciándose en calidad narrativa. Edgerton se las rebusca para contar una historia adulta y verosímil sin ceder intensidad y lo logra, principalmente, gracias a las enormes actuaciones de sus protagonistas, lo que por supuesto lo incluye. Rebecca Hall y Jason Bateman completan el reparto con interpretaciones soberbias, aportando credibilidad a la historia.
The Gift atrapa, entretiene, sorprende y también nos deja pensando. No es usual que el género sea conductor de un mensaje contundente, y ése es uno de los grandes méritos de la ópera prima de Edgerton, quien se recibe de realizador con una nota alta, dejando un interesante precedente para el futuro.