Mary Poppins regresa con su incondicional fantasía y guía familiar
Una flauta suena, un farol se apaga, una bicicleta, tipografía amarilla igualita a otra que en un tiempo lejano. Distintas pinturas impresionistas aparecen de Londres en los años 30′ y despliegan todo el potencial artístico enmarcado en la película “Mary Poppins returns”. Además de la conversión de “la niñera” a una mujer con menos delicadeza y más determinación, fortaleza e inventiva. Por Florencia Fico
La nueva versión de Mary Poppyns Returns con la interpretación de Emily Blunt pone su papel principal con un comportamiento de liderazgo innato casi tácito; en las decisiones de la familia Banks. Ella viene ya resolver problemas más grandes y dejar andar a los niños que ya no son Jane Banks o Michael Banks.
Se trata de los hijos de Michael. Tras tres décadas Mary Poppins vuelve para seguir el legado en esta secuela que no desperdicia el mensaje trillado “no pierdas al niño interior”.
Mientras la primera película se basaba en plena monarquía de Eduardo VII(1901-1910) y la vida de una familia británica compuesta por un padre bancario, una mamá sufragista y dos chicos revoltosos – que apelarán a que detengan su mirada en ellos creando una convivencia insostenible para todas sus “niñeras”-, se mostrará revuelta con la aparición de Mary Poppins en la célebre actriz Julie Andrews, una llamativa institutriz que proviene de la nubes usando su paraguas parlanchín como soporte.
Fue el ópera prima no solo para los autores Bill Walsh, Don DaGradi (Historia: P.L. Travers) si no un Oscar para la intérprete. En la cinematografía se convirtió en una obra clásica familiar que en su momento rompió taquillas.
La iniciativa de una mujer que cuidaba a niños rebeldes e invocaba a la magia y celebraba la vida con temas musicales y frases que provocará en los pequeños un efecto domino para encaminarse en sus experiencias de aquí en más.
Ahora en su secuela Poppins se aproxima otra vez sin tantos preámbulos, sí para los nuevos personajes de ésta oportunidad que serán los hijos de Michael: Annabel (Pixie Davies), Georgie(Joel Dawson) y John (Nathanael Saleh).
La misión ahora es distinta es colaborar a la próxima generación Jane Banks( Emily Mortimer) y Michael Banks (Ben Whishaw) para hallar entusiasmo y magia ausentes en este momento ya que la madre de los niños a fallecido y era el equilibrio de su hogar tanto económico como doméstico. Marry tendrá como siempre su mano derecha a su amigo Jack(Lin-Manuel Miranda), un efervescente farolero que ayuda a poner luz – y ánimo – a las apagadas calles de Londres en los años de La Gran Depresión(1930).
Ambas películas son originarias de Estados Unidos una estrenada en 1964 y ahora en 2018, duraron dos horas y minutos.
Los géneros no variaron estuvieron se aproximaron al musical, fantástico, cine familiar aunque en el su primera versión hubo más comedia y era más infantil.
En cambio ésta vez apostaron al drama, la animación constante, los efectos especiales en diseño de iluminación y colorimetría, coreografias, Royal Doulton Music Hall.
El director Rob Marshall ya tenía un haz en la manga contaba con dos grandes joyas del cine neoyorquino ellas son: Meryl Streep y Emily Blunt quienes ya lo conocían por su participación en la película “In to the Woods”. La primera fue ganadora en MTV Movie Awards como Mejor Villana componiendo a “La Bruja”. Cabe mencionar que ambas actrices compartieron protagonismo en “El diablo viste Prada”.
Asimismo el filme salió victoriosos como Mejor Película familiar en la “Asociación de Críticos de Phoenix”. Las producciones en materia de musical son encantadoras, atrayentes, apabullantes y triunfantes como lo fueron: “Chicago” y “Nine”.
Su trayectoria lo evidencia con un estilo muy atractivo, osado pero a la vez irrefrenable y emprendedor de grandes cuentos, locaciones, adaptaciones, puesta en escena y rodaje.
El elenco completo es: Nathanael Saleh, Pixie Davies, Joel Dawson, Julie Walters, Colin Firth, Meryl Streep, David Warner, la participación estelar de Dick Van Dyke, Angela Lansbury, Jeremy Swift, Kobna Holdbrook-Smith, Christian Dixon, Craig Stein, Bernardo Santos, Bern Collaco e Ian Conningham.
La novedosa Mary Poppins, en la piel de Emily Blunt propicia climas alegres, transmite enigma, realza lo chiflada que puede notarse a la vez. Es estratega, pone acción y aventura.
Es el caso de cómo hace dichoso el baño a los niños con toques extraordinarios como sumergirse en un océano de delfines, bucles de agua, pompas de jabón, burbujas, la bañadera es un trampolín. La presentación de un acto de higiene personal se convierte en un juego y en el eslogan “Todo es posible”.
Se compara con la escena primera de la Mary Poppins anterior con Julie que entre frases y canciones hace reconfortante el ordenar una habitación. “Todo trabajo tiene algo divertido y ya en ese instante se convierte en un juego. Hacerlo divertido es el truco, el ser feliz un truco es al fin”, decía las letras Julie Andrews como Poppins.
Hay detalles de puesta en escena o montaje como el paraguas que le charla con Mary Poppins que se conserva, la cometa con la que se divertían Jane y Michael que es el punto de fuga y arranque del filme.
Es el anzuelo para que Poppins retome su lugar en la tierra. Cuando uno de los niños Georgie no quiere perderlo y lo sigue hasta una plaza; sus hermanos se preocupan porque no está. Georgie sostiene el barrilete y como si el cielo fuera una pecera acerca a Mary Poppins a ellos.
En la punta del barrilete está prendido la banda “Votos para mujeres”, ésta estaba en la original perteneciente a Mrs. Banks(Glynis Johns), madre de Jane y Michael.
Los adultos Jane y Michael están en problemas económicos y pueden perder su casa. Ahí Ben Whishaw aporta una sensibilidad a su personaje compone a un hombre en depresión, angustia, frustración, si poder ejercer de su pintura. Y tener que trasladarse al antiguo trabajo de su padre el puesto de bancario no le satisface.
Sin embargo, la que se le ve resplandeciente es a Jane, quien ha seguido los pasos de su madre. En su oficio como luchadora de los derechos humanos. Emily Mortimer como Jane se viste siempre con trajes marrones, con pancartas en la calle, resistiendo al embargo de su casa.
La impronta de toda activista como su mamá y se ha abocado a la situación de un organismo de trabajo de nombre: SPRUCE (la Sociedad para la Protección de los Derechos de los Ciudadanos Inseguros de Inglaterra).
Aunque Mortimer es arriesgada, genuina en su movimiento, más activa. Menos aristocrática que su madre y más movilizada a las demandas sociales.
Se puede notar la capacidad de comprensión y empatía con las causas justas. Gran cómplice de Mary Poppins en su búsqueda de consuelo.
El personaje de Jack en manos de Lin-Manuel Miranda es una carta de amor a Bert (Dick van Dyke). Quien hace un cameo, ambos en diferentes momentos hacen el baile inconfundible con los pinguinos animados. Jack dentro de un circo que hace de teatro musical con distintas canciones desarrollando Music Hall. Dicho género posee: temas populares, comedia, danzas y actos humorísticos.
Jack es copiloto de las andanzas de Poppins con números especiales ya que el compuso varias sesiones instrumentales de la película. Sabe de baile y canto, es una alegoría a la inspiración que despertaba Bert. “Jack tiene toda la imaginación de un niño pero es adulto”, dijo el actor para una entrevista.
El director estuvo detrás de él, en la creacion de una coreografía muy: acrobática, con antorchas, implementa objetos como escaleras; de deshollinador tarea que tenía Bert. Por eso el tratamiento de la imagen dispuso jugar con las sombras, figuras y los claroscuros.
Los niños quieren ayudar a su padre y piensan que el bol de su madre es de gran valor. Lo terminan rompiendo. Mary Poppins les sugiere visitar a su tía Topsy que dirige un taller de reparaciones, ella es interpretada por Meryl Streep.
Topsy es una pelirroja señora con la gestualidad de Streep es divertida. Pero fueron un día un tanto particular un miércoles cuando su mundo se ha dado vuelta. Esa metáfora del mundo del revés es tan maravillosa que hace marear al público pero enseguida ponerse a ritmo de su locura tanto la de Topsy como la de Meryl.
Por último y no menos importante se recuperó la tipografía original de apertura y cierre de créditos en conmemoración a Peter Ellenshaw que confeccionó una tanda de pinturas al óleo de Londres a la vez era un afamado diseñador mate, inventor de efectos especiales de Disney.
Su estilo era pintar sobre lienzo y vidrio para combinar en sus creaciones de fondos para las películas, entraba en los movimientos “Mate”. Además le gustaba plasmar paisajes marinos y la fuente de su aliento estuvo en sus viajes a Irlanda. La productora Walt Disney Pictures lo consideró una leyenda de su industria. PUNTAJE: 70