Manuel es un prominente político de España, que está a punto de dar el gran salto para entrar en las grandes ligas; pero cuando su nombre es asociado a casos de corrupción, es expulsado por el partido al que representaba. Manchado tanto a nivel laboral como social, Manuel no planea caer solo, y piensa llevarse con él a todos los que lo traicionaron.
Desde España nos llega El reino de la corrupción (El reino en su nombre original), film de conspiraciones políticas, donde se nos desafía a los espectadores, intentar retener la mayor cantidad de nombres en los primeros 15 minutos; porque si algo este film, es un ritmo bastante frenético desde los primeros minutos, hasta el final de la cinta.
Bromas aparte, estamos ante una de esas películas que de verdad no podemos relajarnos, o dejar de prestarle atención por cinco minutos, ya que la catarata de nombres y datos que se tira durante la gran parte de las poco más de dos horas es enorme. Incluso al principio uno se puede marear un poco; sobre todo para el público latinoamericano, poco acostumbrado al dialecto español ibérico.
La temática de la cinta también puede terminar jugando en contra, ya que no se nos muestra un caso en si claro de corrupción, sino que toda la trama se centra en la desesperación de un hombre, no por querer limpiar su nombre, sino por llevarse puesto a todos los que pueda; siendo más un caso de resentimiento que de arrepentimiento.
Pero El reino de la corrupción no solo es intensa por el ritmo que tiene, sino también por sus actores. Todos los intérpretes dan una gran actuación, mostrando el nerviosismo de perder su trabajo, o la soberbia de no perderlo por estar por encima de los demás. Y todo esto se da mediante los ya mencionados diálogos que son una catarata de información; de hecho, el propio clímax se da entre dos personajes discutiendo mesa de por medio, algo bastante curioso y raro de ver en el cine actual.
El reino de la corrupción termina siendo una película que merece ser vista, solo si uno está dispuesto a prestarle toda la atención que merece, ya que al mínimo detalle que nos perdamos, ya no sabremos porque x personaje hace lo que hace. De ser así, es totalmente recomendable.