Un buen manejo del suspenso y de lo estrictamente policial.
A estas alturas, pensar que “política” y “corrupción” son sinónimos suena a lugar común. Esta película abona tal cliché con la historia de un político exitoso enganchado en algo turbio.
En el haber, un buen manejo del suspenso y de lo estrictamente policial. En el debe, una película más sobre “ché, qué porquería la política, a dónde iremos a parar” que a esta altura requiere una reelaboración un poco menos perezosa.