El remanente es una propuesta de terror independiente que dirigió Casey La Scala, uno de los productores del film de culto Donnie Darko.
Se trata de una película que fue pensada para el público cristiano de los Estados Unidos.
El cine cristiano, que suele abordar temas evangélicos, en el último tiempo empezó a trabajar géneros distintos como el thriller sobrenatural y el terror, con el objetivo de llegar mejor al público adolescente.
La trama se centra en un grupo de jóvenes que se reúnen para un casamiento y comienzan a examinar sus vidas y sus convicciones religiosas cuando se desata el Apocalipsis.
El problema con este film es que se trata de una copia mala de Cloverfield que difunde su bajada de línea religiosa a través del miedo. O te convertís o te vas al Infierno. Inclusive podés ser una persona espiritual, pero si no vas con regularidad a la iglesia o no tenés una relación más personal con Cristo te quedás sin un ticket al Paraíso.
Ese es el mensaje de este estreno. La peor clase de propaganda fundamentalista que podían transmitir.
Ahora bien, al margen de esta cuestión que tampoco es una novedad en este tipo de películas, el otro incoveniente es que El remanente también es mala como propuesta de horror.
Todos y cada uno de los clichés que se te puedan ocurrir fueron incluidos en esta película. En materia de realización no se les cayó una idea y acuden a los clásicos trucos baratos para generar tensión que ya vimos en infinidades de filmes.
Lo único positivo es que las escenas de destrucción están bien logradas para ser una producción independiente de bajo presupuesto.
Otro bodrio para el olvido.