Me gustaría que alguien me explique el odio y rechazo que hay en gran parte de la comunidad cinéfila hacia Alejandro González Iñárritu. Sus credenciales y su Oscar como mejor director poco importan a la hora de criticar su trabajo de forma casi visceral pero sin mayor sustento más que una falsa intelectualidad. Pero en fin, así es el arte.
Lo cierto es que puede gustar más o menos pero no se puede negar que las películas de este hombre causan algo y eso es lo bueno de El Renacido, porque logra incomodar al espectador.
Ahora bien, también hay que decir que el film se hace demasiado largo y que por momentos puede llegar a resultar aburrido.
Si miramos a este estreno como un todo (que es lo que hay que hacer siempre) nos encontramos ante la película más floja del director mexicano. No solo por la lentitud que señalaba antes sino por unas graves inconsistencias y arbitrariedades de guión.
Pero si desmenuzamos el film nos vamos a encontrar con genialidades, siendo dos las que hay que resaltar: primero la espectacular y apabullante fotografía por parte de Emmanuel Lubezki -quien suele trabajar con Iñárritu y con su compatriota Alfonso Cuarón- donde las fugas hacia los grandes paisajes (de Canadá y Tierra del Fuego) son impresionantes. Lo mismo que las subjetivas que dan la sensación de estar ahí.
Y segundo, el señor actor Leonardo DiCaprio, que si no gana su merecidísimo y retrasado Oscar en esta oportunidad, tiene el derecho de prender fuego la sede central de la Academia.
No estoy seguro si este es su mejor papel porque ha tenido otros muy grosos, pero la intensidad que le pone a su personaje es descomunal. Deja todo ahí, se transforma.
La escena de la pelea con el oso es formidable en todo sentido, lo técnico (VFX, cámara y sonido) impresiona pero es la interpretación del protagonista la que te hace creer y agarrarte la cabeza.
El resto del elenco está muy bien pero es Tom Hardy el que se roba los aplausos.
Lamentablemente no se puede alabar más de esta cinta que su elenco y fotografía, cosa que no es poco pero que no alcanza para los galardones que está recibiendo.
No porque sea pretenciosa e irreal en un contexto que no es tal sino porque tiene demasiados defectos muy bien maquillados por DiCaprio.
De todos modos, El renacido se encuentra nominada al Oscar y es deber de todo buen cinéfilo ir a verla (en el cine).