No es un film más. Muestra la crueldad del hombre en todo su ser, y de lo que es capaz. Nos invita cual “voyeurs” a ser testigos. El animal no es el oso… es el hombre. El director revalida su título como maestro de dirección. Con una fotografía impecable, locaciones de ensueño y terrenales. Entre ese maravilloso collage de imágenes, encontramos partes filmadas en la Argentina. Capítulo aparte Leonardo Dicaprio (acompañado de un gran elenco con excelentes interpretaciones) que dejó de ser ese muchachito que corría a estribor en un barco que se hundía y enamoraba a “Rose” y a millones. “Jack” se convierte en un gran actor. No es aquel carilindo… es quien se banca con el cuerpo un papel que bien merecido tendría la estatuilla al mejor actor. Y te mira y te hace cómplice. En “El Renacido” no hay un protagonista, el protagonista sos vos.