VENGANZA
Renacer desde la oscuridad. Buscar luz en donde no existe más que la posibilidad de empujarse por la fuerza del deseo y los recuerdos. Si el cine es experiencia “Revenant: El renacido” (USA, 2015) es una de las más acabadas muestras del ingenio del séptimo arte, que bucea en el cine de venganza y revancha, un género ya constituído con filmes como “Taken”, “Kill Bill” y otros, y que intenta, a partir de una construcción clara y precisa de sus personajes, la empatía con una narración que no da tregua.
El nuevo filme de Alejandro Gonzalez Iñarritu, el provocador realizador mexicano, amado y odiado en partes iguales, y que viene de ganar durante toda la temporada de premios anteriores con “Birdman”, vuelve a sorprender con la historia de Hugh Glass (Leonardo DiCaprio), un expedicionario miembro de un grupo de cazadores que intentarán, en un breve lapso, superar a los indígenas y hacerse con pieles de animales para vender posteriormente.
Dentro del grupo de Glass, además de una serie de experimentados valientes, se encuentra Fitzgerald (Tom Hardy) un ser despreciable, que principalmente se contrapondrá a Glass por su espíritu de liderazgo, conocimiento del terreno, y porque éste no está solo en la camada, ya que su hijo mestizo lo acompañará en su aventura.
Iñarritu arranca el filme con escenas oníricas que luego serán parte de los flashbacks que conformarán toda la historia de “Revenant…”, y que le sirven para, además, reforzar su propuesta de acercamiento extremo a la historia con planos envolventes, subjetivos y detalles de aquello que los protagonistas van atravesando.
La obsesión con la cámara llega al punto que si por ejemplo, el protagonista queda expuesto en una situación límite (de las múltiples a las que el guión lo llevará) y la culminación de ésta es cercana al lente, el mismo se empaña.
Todo hace al verosímil y al acercamiento extremo que al director tanto le gusta conseguir en sus realizaciones.
En el arranque de “Revenant…” a Glass le dicen “el viento no puede derrumbar un árbol con raíces fuertes” y esa frase será el postulado con el cual el guión narrará la historia en cuatro etapas: presentación, caída, renacimiento, venganza.
Presentación: los personajes son introducidos de manera concreta con las especificaciones que luego repercutirán en las siguientes instancias.
Caída: el liderazgo de Glass es puesto a prueba, y luego de sufrir su primer accidente es aprovechado por Fitzgerald para terminar con él y su familia.
Renacimiento: ya dado por muerto, Glass se recupera para comprender su verdadera suerte tras el asesinato de su hijo.
Venganza: el climax del filme, un duelo a muerte en el que ni Glass ni Fitzgerald (impecables DiCaprio y Hardy) tienen asegurada la victoria.
La idea de civilización y barbarie atraviesa todo el filme, y mientras el guión avanza a paso rápido, con una tensión in crescendo, y una recreación de época increíble, el despojamiento de los protagonistas se suma a la potenciación de la naturaleza de personaje secundario a protagonista clave del relato, apoyándose en la precisa y bella fotografía de Emmanuel Lubezki, que hacen de “Revenant: El renacido” una de las experiencias cinematográficas más logradas de los últimos tiempos.
Puntaje: 10/10