Narra los intensos momentos que vive Thomas (Tim Kalkhof) un ingenioso pastelero en Berlín, este mantiene un romance con Oren (Roy Miller), un judío israelí, que vive en Jerusalén, está casado y tiene un hijo, suele pasar seguido por esa ciudad por razones de negocios. Pero un día este no vuelve y viaja a Israel, allí localiza a la esposa de Oren, Anat (Sarah Adler), sin revelar su identidad se vincula con el mundo de Oren quien murió en un accidente. Thomas vive una serie de vicisitudes, y comienza con una búsqueda interna y externa, la repostería lo ayudará transformándose en un cable a tierra.
A través de un flashback va develando distintos momentos, aquí se tocan temas relacionados con el judaísmo, las costumbres, la religión, los mandatos, la homosexualidad y el machismo, se van generando buenos climas, acompaña muy bien una banda sonora adecuada en cada encuadre, cuenta con situaciones de gran emoción y ternura. Una cinta que da buenos mensajes. Si bien tiene ciertos tintes autobiográficos, en algunos puntos te hace recordar la película “Yentl” (1983).
Esta es la opera prima del cineasta alemán Ofir Raul Graizer, ha recibido también muchos elogios de público y prensa en festivales como el Chicago International Film Festival, el London Filme Festival o el Festival Internacional de cine de Hamburgo.