Rodolfo es un médico que, luego de 50 años de ejercer la profesión, toma la decisión de jubilarse. Desde que enviudó hace algunos años vive solo en su casa de toda la vida. El esfuerzo, constancia y dedicación que le dedicó a su profesión, han hecho que descuide otros aspectos de su vida, entre ellos a su hija Laura. Una noche de tormenta, a Rodolfo se le aparece de manera inesperada Yanina, la muchacha que lo ayuda con la limpieza de su casa, que trae con ella a su hijo, Diego, de 8 años que está afiebrado. Rodolfo les ofrece pasar la noche en su casa debido a la fuerte tormenta. A la mañana siguiente, Yanina le deja una carta diciendo que se va a Santiago Del Estero y lo deja al cuidado de Diego. Accidentalmente, Laura se entera y decide mudarse unos días con ellos para dar una mano. Esta convivencia hará revivir viejas diferencias, antiguos rencores, asuntos familiares no resueltos y padre e hija tienen la oportunidad de decirse cosas que tenían guardadas.