La relación entre Haroldo Conti y el padre del director, germen de un cálido homenaje
A mediados de la década del 40, el escritor Haroldo Conti comenzó una amistad con el joven realizador Roberto Cuervo, y como producto de esta relación este último comenzó a rodar, a fotografiar y a grabar diversos aspectos de la vida y de la obra del literato. El director intentó componer para la pantalla un retrato humano del autor de novelas tan recordadas como Sudeste , Alrededor de la jaula y Mascaró, el cazador americano , pero el film quedó inconcluso a causa del secuestro y desaparición de Conti por parte de la dictadura militar, en 1976. Roberto Cuervo, por su parte, murió en un accidente y pasaron varias décadas hasta que Andrés Cuervo, hijo de Roberto, se decidiese a desempolvar esos rollos de celuloide que mostraban a Conti y a su familia en diversas situaciones hogareñas y con ellas rearmó ese retrato que muestra al autor como un hombre sencillo, amante de la naturaleza de su Chacabuco natal y cordial con sus vecinos. De aquellos años de amistad de Conti con Cuervo quedaron además entrevistas en las que figuras literarias como Eduardo Galeano y Martha Lynch se refieren a su vida y a su obra.Andrés Nicolas Cuervo se propuso jugar con todos esos elementos para reconstruir ese retrato postergado, un merecido homenaje a ese hombre que se muestra aquí no sólo como un idealista en un período sangriento. Una buena oportunidad para conocerlo según sus propias palabras.