Guy Ritchie, director de peliculones como Rocknrolla o la intensa Revolver, se carga a cuestas una nueva adaptación del mito de El Rey Arturo y la espada en la piedra. En ella, el cineasta aprovecha su inconfundible y excitante estilo para brindarnos unas secuencias de acción magníficas, pero desaprovechadas en una historia que deja bastante que desear.
El joven Arturo (Charlie Hunnam) es un pinta de las calles de la antigua Londres (Londinium, para ser más exactos) que tras sacar la inamovible espada mágica de excálibur de la piedra en donde yacía clavada, descubrirá en su sangre un linaje real que lo llevará a una confrontación con las fuerzas del oscuro Voltigern (Jude Law) para reclamar el trono. Ahora el héroe de esta trillada historia aprenderá a controlar el poder de la legendaria espada y se unirá a una resistencia que colaborará con su misión.
Soy de esos tipos a los que una película le tiene que entrar por lo visual sí o sí. Por esta preferencia casi me trago la mentira que este nuevo film nos presenta, con escenas de acción delirantes muy a lo Snatch y guerras con una onda muy Tolkien filmadas con la audacia que sólo Ritchie puede construir en sus proyectos. Las tomas y la modernidad callejera de Rey Arturo: La Leyenda de Excálibur logran captar nuestra atención, al menos hasta que notamos que ese exceso queda bastante desubicado con la idea que están intentando transmitirnos. La historia abusa de los ida y vuelta en el tiempo, los cuales son masacrados por diálogos que se tornan bastante innecesarios, con chistes que pueden sacar alguna que otra risita por pena de vez en cuando.
Claro que al tratarse de un film dirigido para el público joven es imposible negar que hay un aire bastante pintoresco. Hunnam está bien acompañado, gracias a un cast integrado por Astrid Bergès-Frisbey, Eric Bana, Djimon Honsou, Aidan Gillen y hasta el propio David Beckham (¿). Todos nos aportan interpretaciones decentes, las cuales se notaron bastante motivadas por la excelente puesta en escena que nos distrae de ese guión cliché.
No les aseguro que vayan a divertirse como locos si eligen ver el film, pero lo que sí tengo que admitir que el apartado visual del proyecto lo hace digno de ser visto en pantalla grande. Claro que el cine cuesta un como un ojo de la cara hoy en día, por lo que es lógico exigir una historia contundente y digna de ser recordada. En ese caso, les aconsejo que dejen la espada clavada en la piedra y sigan caminando en busca de algo más conciso.
Por cierto, en junio llega la quinta entrega de Transformers, y en esta se re visitará el mito del Rey Arturo, sólo que ahora mostrarán a los autobots formando parte de los caballeros de la mesa redonda… ¿Conclusión? No esperen ver algo mejor sobre esta leyenda al menos por un año o dos.