Ritchie, el revisionista.
A la crítica en general le da urticaria cuando a Guy Ritchie le da por reversionar los clásicos de la ficción anglosajona. Ya sucedió con Sherlock Holmes y ahora ocurre con esta nueva versión de una pieza esencial de la literatura medieval, que probablemente muy poco tenga que ver con la leyenda original, pero no por eso deja de ser un excelente entretenimiento.
El sello de Ritchie está impreso en la cinta. Su célebre y creativo modo editar distingue a la película del resto en el género, tanto en la narración como en las escenas de acción. Rey Arturo es un filme dinámico y vivaz que entusiasma con la construcción de la historia e impacta con sus secuencias de combate. No se trata de la película perfecta, ni mucho menos, pero cinematográficamente es una entrega que difícilmente defraude a aquellos que se sienten a verla sin prejuicios. Luego de una presentación impecable, quizás a nivel argumental la película decaiga un poco a partir del nudo, pero lo cierto es que logra mantener un muy buen ritmo hasta arribada la conclusión, que tampoco defrauda.
La versión de Guy Ritchie del Rey Arturo y sus caballeros dista enormemente de la historia original, humanizando y aggiornando a sus protagonistas a tiempos más modernos. Quienes quieran ver una película fiel y reverente a la clásica leyenda, seguramente deban evitarla. El resto de la audiencia muy probablemente la disfrute.