Disney vuelve a la carga con una nueva remake live-action, la tercera de las cinco programadas para este 2019. Se trata de uno de sus clásicos más venerados, tanto por la crítica especializada como por el público en general -recordemos que la original recaudó más de 968 millones de dólares-. Hablamos nada menos que de The Lion King (El Rey León). El elegido para ocupar el cargo de director fue Jon Favreau, quien previamente dirigió The Jungle Book (2016). La decisión clave del realizador fue que la nueva versión se mantuviera lo más fiel posible a la obra de origen. Pero lejos de resultar meritorio, esto genera que no aporte nada novedoso, y que se sienta prácticamente como una imitación adornada con efectos visuales de captura en movimiento y realidad virtual.