El robo perfecto es una propuesta policial producida por el actor Gerard Butler, quien desarrollo este film clase B en la línea de lo que suelen ser los trabajos de la productora Millennium (Ataque a la casa Blanca, Londres bajo fuego).
En este caso fusionaron sin escrúpulos La gran estafa (Steven Soderbergh) con Fuego contra fuego de Michael Mann.
La trama resulta muy familiar porque ya vimos trabajada la misma premisa en otros filmes clásicos. No obstante, el director Christian Gudecast, quien fue guionista de Londres bajo fuego, logra que el relato sea bastante ameno.
El film no tiene más ambiciones que ofrecer un entretenimiento decente dentro del cine y en ese sentido no defrauda, si bien a la trama le sobran 30 minutos.
La historia tiene los giros suficientes para sostener el misterio del conflicto y las secuencias de acción son impecables y no arruinan la película con situaciones exageradas o artificiales generadas con animación computada.
El inconveniente con El robo perfecto es que los numerosos elementos que copia de Fuego contra fuego son tan obvios que esta producción carece de identidad propia, ya que el “homenaje” al cine de Michael Mann es permanente.
Dentro del reparto las figuras más destacadas son Gerard Butler, quien compone un antihéroe interesante y O´Shea Jackson, el hijo del rapero Ice Cube, quien vuelve a demostrar que tiene condiciones para la actuación.
Hace un tiempo se había destacado en la biografía Straight Outta of Compton (que se centraba en los orígenes del rap gángster en los años ´80) y en este film ofrece un buen trabajo.
Reitero, es una opción clase B que se puede esperar en los canales de películas del cable pero si elegís verla en el cine y sos aficionado al género no la vas a pasar mal.
En Estados Unidos le fue bien en la taquilla y hace unos días se anunció la continuación que será realizada por el mismo director.