Un estreno aprovechando la presencia de Madonna, su directora, en la Argentina, por sus shows. La fama como cantante no tiene que ver con sus logros como directora. Con una historia que la obsesiona, el amor entre Wallis Simpson y Eduardo de Inglaterra, más personajes actuales influenciados por ese amor. Con cuidado estético, es mejor el pasado que la parte del presente, donde la película, con interesantes actores, pierde tensión dramática porque se prioriza la imagen más que la progresión de la historia. Bella y fría.