Hace dos años the Weinstein Company nos traía "El Discurso del Rey" y nos mostraba como el Duque Alberto de York se convertía, tras la abdicación de su hermano David, en el Rey Jorge V. Hoy los mismos son los responsables de distribuir este film dirigido por Madonna "W/E" y tal como hiciera Clint Eastwood con "La conquista del honor" y "Cartas desde Iwo Jima", los dos podrían tranquilamente formar parte de un díptico, ya que varios hechos históricos se cuentan en ambos films y son vistos desde diferentes perspectivas. De hecho se podría decir que prácticamente donde finaliza W/E, comienza aquel film que hace dos años triunfó en los premios de la Academia al coronarse como mejor película.
El romance del siglo, título con el que se estrena en nuestro país, cuenta dos historias de amor paralelas, en dos épocas y dos mundos totalmente diferentes. La primera de ellas es la del Rey Eduardo VIII, quien tras enamorarse de una mujer de origen estadounidense y casada dos veces, debe elegir entre el dictado de su corazón o su deber al trono.
La segunda, y que sirve como excusa para evocar la primera, es la de Wally, ferviente admiradora de Wallis Simpson, de echo su nombre se debe a aquella, ya que tanto su madre como su abuela también la admiraban, la consideraban como una protagonista de un cuento de hadas. En una exposición donde se van a rematar varios de los objetos que pertenecieron a quien luego se convertiría en la Duquesa de Windsor, a medida que Wally va observando desde una copa, un mantel o finas joyas, Madonna nos translada a la década del treinta y somos testigos de aquel romance, que contrario a los que muchos pensaban, estuvo muy lejos de ser un cuento de hadas.
El film tiene un nivel bastante desparejo en cuanto al guión respecta. Le cuesta arrancar y aunque luego levanta vuelo, los primeros cuarenta minutos resultan bastante lentos. Tal vez el error sea recurrir a una historia actual y prestarle más importancia de la que merece, como si por momentos olvidaran que es solo un nexo, un vehículo para contar el pasado. La "Wally" de hoy sufre y llora por la "Wallys" de ayer. Pasa por situaciones similares, es golpeada al igual que aquella, víctima de un matrimonio no correspondido.
Mientras todos creen que fué el Rey Eduardo quien lo dejó todo por amor, ella está convencida de que fué aquella la que más perdió, ya que al enamorarse renunció a su derecho a ser libre y eso vale más que cualquier trono y corona. Así lo vé ella y se lo cuenta a un empleado de seguridad que se enamora cada vez más al verla a diario, tan fascinada tras el monitor de una cámara.
Las actuaciones sin impactar, resultan bastante convincentes. Tanto Andrea Riseborough y James D'Arcy (a quien pronto veremos en Cloud Atlas, de los hermanos Wachowski) como la pareja real y Abbie Cornish y Oscar Isaac (Drive, Robin Hood) como la actual pareja, salen bien parados en los roles que les toca interpretar. En su segundo largometraje (el primero fué Filth & Wisdom, no estrenado en nuestro país), Madonna cumple correctamente su rol en la dirección, producción y en la escritura del guión a pesar de ser el punto más debil del film. Pero si algo lo compensa, es la enorme calidad en los rubros técnicos. Un gran trabajo en el diseño del vestuario (nominado al Oscar), cuidada puesta en escena y una bella fotografía capaz de captar con la misma sutileza desde un hermoso paisaje hasta el brote de una lágrima en primerísimo plano.
Al film le falta la intensidad, el dramatismo y porqué no, esa pizca de humor que le sobraba a aquel dirigido por Tom Hooper hace dos años y lo que logra transmitir lo hace en parte gracias a una muy buena banda de sonido, que aporta al relato la emoción que no llega a conseguir del todo por otros medios. Al finalizar, en los créditos suena la canción, también compuesta por Madonna y ganadora del Golden Globe, Masterpiece, la cual comienza diciendo: "Si fueras la Mona Lisa, serías exhibida en el Louvre y todos vendrían para verte......". Está claro que no se refiere a la película, pero en mi opinión es mucho más de lo que esperaba que pudiera entregar esta "chica material", y eso habría que tenerlo en cuenta.