Dos mujeres que en épocas diferentes vivieron momentos penosos, difíciles, y solo estaban en búsqueda del amor.
La cantante, actriz, productora y escritora Madonna Louise Ciccone (54), tiene un gran talento con la música pero también se anima a incursionar en el cine, por eso una vez más apuesta a la pantalla grande. En materia de estrenos, a nuestro país llega un poco tarde, recordemos que este film obtuvo una nominación al Premio Oscar en la pasada entrega (Mejor vestuario), y solo fue la Ganadora de un Globo de Oro a mejor canción original por “Masterpiece”.
Narra la historia de amor entre la norteamericana Wallis Simspon (Andrea Riseborough) quien capturó el corazón del futuro Rey británico Eduardo VIII (James D’Arcy), se conoció como el romance de siglo, alguna pequeña referencia se hace en la película “El discurso del rey” aunque esta toca otros temas. La señora Simpson se había divorciado de su primer marido en 1927 y posteriormente se había casado con Ernest Simpson, pero ahora su vida cambio cuando conoció a Eduardo VII.
Todos hablaban del futuro Rey británico Eduardo VIII, de la pérdida del trono por una mujer, (tuvo que abdicar y fue sucedido por su hermano menor), después de esto fue nombrado duque de Windsor (1937 - 1972); pero tal vez nadie se detuvo a pensar como sentía ella ante tanto chismerío, su dolor, su amor y como era detrás del lujo, las joyas y el vestuario.
Pero quien intentó averiguar sobre la señora Simpson es Wally Winthrop (Abbie Cornish), quien vive con un marido violento, hundida en un matrimonio infeliz, se encuentra fascinada por la subasta en 1998 en Manhattan de objetos que pertenecieron al Duque y la Duquesa de Windsor, en su lugar entre idas y venidas comienza a sentir una gran atracción por Evgeni (Oscar Isaac, actor “Red de mentiras”).
La película comienza con la subasta de estos objetos, luego se irá entrelazando con la vida de estas mujeres en épocas diferentes, también se van alternando con imágenes de archivo en blanco y negro, para ir viendo sus conflictos, su dolor, sus obsesiones y sus sufrimientos. Quizás en algún punto de esta historia Madonna se sienta atraída y fascinada por el personaje de Wallis Simspon porque en algo se sienta identificada.
Un excelente trabajo de Andrea Riseborough y la banda sonido, visualmente atractiva desde la fotografía hasta el vestuario, maquillaje, un buen casting, escenas fuertes, bien detallada cuando habla de maltrato a la mujer (un tema tan actual), pero lamentablemente tiene un problema de montaje. Es confuso porque pasando la primera hora comienza a caerse a pedazos, hasta tal punto que ambas historias paralelas no logran sostenerse.