A partir de una anécdota la realizadoras Melisa Liebenthal vuelve a indagar sobre la identidad y los cánones de belleza relatando las peripecias de Marina, una mujer a la que el rostro, por alguna razón inexplicable le cambió de un día para otro. El derrotero de su búsqueda de explicaciones, el humor, y la utilización de archivos personales, logran construir un apasionante relato sobre la vida moderna, en donde la identidad tiene que ver más con lo que el otro ve que con aquello que realmente, e internamente, somos.