El 12 de agosto de 1963 cinco jóvenes de la Resistencia Peronista fueron protagonistas de un particular operativo: el robo del sable corvo del general José de San Martín. El objetivo era reanimar la militancia del peronismo, que en ese momento se encontraba proscripto en el país. También tenían la intención de llevárselo al líder del movimiento: Juan Domingo Perón, quien para ese entonces estaba exilado en España. A más de cincuenta años del hecho, sólo dos integrantes del episodio están vivos: Osvaldo Agosto y Manuel Gallardo. Ambos se dicen peronistas, pero cada uno encarna al peronismo en vertientes ideológicas que los enfrenta. Es así como aquella arriesgada acción militante se convierte en una metáfora para reflexionar sobre las complejidades del movimiento político más determinante en la historia de nuestro país: el peronismo.