Ambientada en la Irlanda del siglo XIX, la historia de una mujer que se viste y actúa como un hombre para poder trabajar pone en evidencia algunos males sociales que, vistos a la distancia, resultan inconcebibles. Sin embargo la sociedad decimonónica llegó a los extremos que muestra el director Rodrigo García en su película. Albert Nobbs trabaja como mozo en una hostería irlandesa aunque, en realidad es una mujer que se oculta bajo ropas de varón para conservar una aparente libertad. Para alcanzar sus fines debe vivir en el ocultamiento y someterse a humillaciones como la que la obliga a disimular su sexo. Un filme que resalta una de las peores aristas de la época victoriana con una buena interpretación en los roles principales a cargo de grandes actores y un marco escenográfico que recrea la época con fidelidad.