EL DESAFÍO DE SOBREVIVIR
El secreto de Maró, segundo largometraje de Alejando Magnone (Subte Polska) marca el regreso -al menos en narrativa ficcional- de Norma Aleandro a la pantalla grande. En 2020 tuvo su estreno el documental Norma Aleandro, vuelo de la mariposa, sobre la actriz y directora, quien nos invitaba a descubrir el papel imprescindible que tiene el arte en muchas de sus expresiones, dentro de su vida.
Subte Polska contaba la historia de un inmigrante polaco, quien encontraba refugio en un trabajo bajo tierra, para huir de los recuerdos de la guerra y de las pérdidas pasadas y presentes. En esta segunda propuesta, Magnone vuelve a introducirse en el mundo de los inmigrantes, esta vez dentro de la comunidad armenia, contando la historia de Maró (Aleandro), una mujer de noventa años, cocinera en el restaurante de un club armenio que batalla con sobrevivir las deudas y la poca clientela que asiste, aun cuando Maró y sus dos amigas ofrezcan platos que conectan de inmediato con la tierra natal. En el contexto de esa puja por mantener a flote el local, con la intención del presidente del club de cambiar platos típicos por minutas, llega a la vida de Maró una noticia que traerá aromas del pasado y cambiaría todo.
¿Quedará algo por decir de las interpretaciones que Norma Aleandro ofrece en cada obra que participa? Desde ya. Si bien conocemos en plenitud varios de sus artilugios mágicos a la hora de componer un personaje, pareciera que la actriz siempre tiene una receta nueva para sazonar y acercarnos la intimidad plena de lo que se cuenta.
Maró, carácter fuerte, alguien que aunque quiera no puede llorar, con unos modos bastante viscerales, encuentra en el club, y en la cocina del restaurante un refugio que le fue negado desde muy chica. Al ser separada de su familia desde pequeña, no volvió a saber de ninguno de sus familiares, pero eso está por cambiar así como la esencia que realmente lleva dentro, un alma llena de dolor, que finalmente terminará llorando de alegría.
Llenar espacios, dejar espacios; Maró recorre cada lugar del club y de su casa con un peso propio, ya sea a los tumbos con su chango de compras, o con los momentos donde pareciera detener el tiempo en el jardín sagrado con hierbas que ha cosechado desde que llegó al país, una de ellas en especial: eneldo, la planta de la felicidad, la misma que Maró luego de una espera de muchísimos años, podrá finalmente experimentar su fruto.
Sensible propuesta del director, quien encuentra en las interpretaciones de todo el elenco una respuesta notable, para llevar a cabo una historia de amor, de reencuentro y de segundas oportunidades.