El Seductor: Tentaciones conflictivas.
Sofía Coppola regresa a dirigir en la pantalla grande con una nueva adaptación de esta novela llena de seducción, traición y engaños en el marco de la guerra civil estadounidense.
Una casa llena de jóvenes mujeres, un soldado herido en batalla. Deseos y recelos despiertan en medio de la guerra civil estadounidense. La novela original ya tuvo su adaptación al cine en 1971, protagonizada por Clint Eastwood y de la mano del director de Dirty Harry. Pero la nueva versión de esta historia no solo tiene la particularidad de provenir de una visión femenina, sino que se trata de la guionista y directora Sofía Coppola.
Rápidamente disipando toda duda de que sea una “hija de” más, irrumpió en la escena con su debut The Virgin Diaries. Pero fue su segunda película, Lost in Translation, la que se encargo de ponerla en el mapa para todos y cada uno de los amantes del cine. En esta ocasión se trata de, citando sus propias palabras, “una película con mayor dialogo que sus anteriores proyectos“, y no es precisamente que estemos ante una obra shakespeariana de cientos de palabras por segundo sino más bien que los films de la directora suelen trabajar más con los silencios y las cosas que quedan sin decirse. Aunque mucho más corriente que su otro proyecto para este año, una versión de la ópera La Traviata grabada en vivo para cine, no hay dudas de que sigue siendo algo completamente distinto a las introspecciones silenciosas que suele proponer con sus usuales personajes.
Los hombres y esclavos se han ido. La enorme propiedad que servia como institución educativa para señoritas ha quedado prácticamente vacía. Su dueña (Nicole Kidman) solo tiene la compañía de una maestra (Kirsten Dunst) para llevar el día a día del reducido grupo de jovencitas que no pudieron encontrar otro destino una vez se desatara la guerra civil. Sin dudas, sus días cambiaron completamente aún antes de que la menor de las alumnas trajera a un soldado herido (Colin Farrell) que había encontrado en el bosque. Presencia que comenzara a causar tensiones de todo tipo.
Los escenarios dónde la trama se desarrolla son impecables, tal y cómo el trabajo de vestuario para transportarnos a la época. Los encuadres de Coppola causaran que incluso nos lamentemos que la historia salga de los bosques en donde inicia, y que se haga sentir el encierro de nuestros personajes en la enorme mansión. Asimismo, la dirección de fotografía (con la luz natural y de vela como sus mejores herramientas) realiza un trabajo impecable que ayuda a la total inmersión en todo momento. Pero por supuesto que no podríamos estar hablando de inmersión si no ayudaran el guion y el elenco.
Las actrices le dan vida a un grupo de personajes que vienen de varios cambios en el estatus quo (y el desgastante roce que esto implica) aún antes de la irrupción de un tentador Colin Farrell, que consciente de su encanto jugara algunas cartas para intentar aprovechar al máximo su estadía en esta casa de mujeres. Kirsten Dunst y Nicole Kidman en particular realizar un trabajo esplendido, con la actriz australiana encargándose de que cada una de sus escenas resulten interesantes incluso por ella sola. Se puede apreciar las relaciones que conectaban a las habitantes de la institución, y (sobre todo en el caso de Elle Fanning) la huella única que todas poseen. Sin dudas que el gozar de personajes que logren destacar y diferenciarse a pesar de su gran número es muestra de la capacidad de visión de su directora y guionista. Aunque el guion, lamentablemente, nos lleva al otro lado de la moneda.
Los personajes y actores conspiran para que el groso de la trama resulte fácil de consumir, pero es la otra parte en la que la película flaquece. La trama por si misma, los hechos que van aconteciendo, nunca deja de ser una lista de supermercado. Desde los 15 minutos de película uno ya tiene una sospecha de a dónde ira la cosa, y la lamentable realidad es que en ningún momento se desvía del camino más obvio. El primer acto del film resulta impecable, y lo lamentable es que con todas las herramientas que uno podría desear, el resto de la cinta nunca logra validar esta nueva adaptación más que disfrutar de las ocasionales interacciones silenciosas entre las protagonistas femeninas, o la tensión sexual que empapa la hora y media de pantalla. Apenas si termina liberando aunque sea algo de la tensión que comenzó a crear, con un último acto que alterna entre lo lógico y aburrido, a pesar de que lo protagonice un ebrio en muletas armado y con aparentes poderes de teletransportación.
No se trata tampoco de un pedido por giros de tuerca o revelaciones inesperadas que no hagan más que sazonar un corte de mala calidad, sino que se hace difícil disfrutar de un film (por más repleto de calidad y excelente trabajo en todo aspecto imaginable) cuando parece más una operación matemática que un trabajo artístico o de entretenimiento. Luego de A viene B, y aún cuando finalmente sea C lo que siga es vital que el público se pregunte si será definitivamente así, o al menos termine aliviado y festejando de alguna manera que finalmente se llegó a la C como destino; de otra manera, nos vamos a encontrar preguntándonos si realmente vale la pena sentarnos hasta llegar a la Z. La corta duración, para esta era moderna en la que toda película no baja de las dos horas, y lo poco acostumbrada que debe estar Coppola a tener que encajar una serie de eventos estructurados en sus guiones (más cómodos con ser una sopa de letras que un alfabeto) sin dudas le jugaron una mala pasada al producto final.
El Seductor es un drama de época con toques de suspenso, que aunque logre evocar drama gracias a un excelso elenco y aspectos técnicos envidiables, no llega a justificar su existencia. Una verdadera lástima considerando que viene de una voz siempre apreciada como es la de Sofía Coppola, una cineasta a la que se la suele llamar brillante, pero que sí no conjura un proyecto que este a la altura del comienzo de su carrera terminara concretando una serie de decepciones que constara ya de los cinco mediocres proyectos con la salida de su ópera en 4K a fines de este 2017. Despertate Sofía.