Acatar, de eso se trata en Cannes. El régimen disciplinario impuesto por Thierry Frémaux empieza así.: a las 8.30 tenemos una de amputaciones y envenenamientos. Sofia Coppola regresa con The Beguilded y con su solo apellido ya tiene el beneplácito de todos. ¿Volvió a Tokio? No. ¿Sigue perdida en la traducción? Quizás. ¿Es que no hizo entonces un viaje al pasado y salió airosa? Sí, aparentemente es así, pero no fue al pasado para indagar lúdicamente sobre un miembro de la realeza francesa; en esta ocasión se conformó con una vernácula abstracción doméstica que transcurre después de 3 años del inicio de la Guerra de Secesión. ¿No es un poco teatral el deliberado encierro? Siete mujeres de edades dispares protagonizan su nuevo film. ¿Una secuela de Las vírgenes suicidas en otro contexto? Puede que sean vírgenes, pero de suicidas tienen poco, más bien lo contrario: si tienen que matar, la acción no les suscita ninguna deliberación moral. No hay que engañarse con la indumentaria angelical o las apariencias. Son mujeres sin escrúpulos.