La historia resulta atrapante desde el primer instante no solo porque la componen un gran elenco y una maravillosa ambientación si no porque resulta visualmente elegante y se encuentra dirigida por Sofía Coppola (“Perdidos en Tokio”).
Transcurre en un internado de Virginia en 1864, durante la Guerra de Secesión de Estados Unidos, cinco jóvenes mujeres viven junto a dos institutrices Miss Martha y Edwina (Nicole Kidman y Kirsten Dunst) quienes las cuidan y educan.
El lugar se revoluciona cuando encuentran cerca del mismo a un soldado herido; el cabo confederado McBurney (Colin Farrell) a quien deciden curarlo y cuidarlo, pero este hecho traerá aparejado una serie de comportamientos y reacciones en el grupo.
Contiene diálogos interesantes, los silencios también lo son, una simple mirada o suspiro lo dice todo, su desarrollo transcurre bajo suaves tonos pasteles y una luz tenue que permite ver algunas siluetas entre las sombras, hasta ir pasando por momentos claustrofóbicos, donde además están el despertar sexual, la competencia, el deseo, los miedos y el misterio.
Este relato coral tiene buen ritmo, su música acompaña en los instantes precisos, donde existe todo un juego de seducción y atracción, no falta el humor, magnífica dirección de fotografía y una dirección de arte sorprendente, un gran vestuario y resulta un film muy cuidado. Es posible que esta película consiga varias nominaciones a los premios Oscar.