El séptimo hijo

Crítica de Horacio Bilbao - Clarín

Espectros y brujas

Ambientado en el Siglo XVIII, el filme del director ruso Sergei Bodrov, resulta ser un buen inicio para una saga fantástica.

El cine, como la literatura fantástica, ha ganado un lugar que le era esquivo antes de que JRR Tolkien fuese guionado y llevado a la pantalla por Peter Jackson. Un masivo lugar de público joven. En ese andarivel entra El séptimo hijo, la película que dirige el ruso Sergei Bodrov y que está pensada desde el inicio como una saga medieval que pronto veremos crecer.
Siguiendo la trilogía escrita por el británico Joseph Delaney, titulada El último aprendiz, la historia transcurre en el siglo XVIII, y viene de un tiempo inmemorial, del origen de la Inquisición en Inglaterra. La caza de brujas en el sentido más literal de la palabra.

Ya lo dijimos. Es una historia para un público joven pero con una lectura política detrás, lo que de alguna manera equilibra ciertas flaquezas argumentales del guión. Hay una venganza en ciernes de las brujas sojuzgadas y un espectro llamado a detenerlas, para siempre, por cuestiones personales, históricas y porque la curia le entrega un buen dinero a cambio de cada uno de sus exorcismos. Pero el Maestro Gregory (Jeff Bridges) tiene a la par otra misión, instruir a su sucesor o compañero en las artes de la magia y la lucha, para combatir el mal que viene del más allá, determinado a dominar el mundo en unos pocos días. Ese aprendiz debe ser el séptimo hijo de un séptimo hijo, condiciones que reúne el joven Thomas (Ben Barnes), sucesor de otros tantos séptimos que quedaron en el camino. Sepultados. Vencidos.

Pero Thomas posee además otras virtudes de cuna, que ya descubrirán en la película, y que lo convierten en un crítico de los métodos e ideas de su mentor, y por lo tanto de su tiempo. Efectivamente, saldrá a cazar a la bruja líder, la poderosa Mother Malkin (Julianne Moore) pero se dejará seducir por otra bruja, la bellísima Alice (Alicia Vikander). No todas las brujas son malas, y si lo son, parecen tener motivos en la hoguera que las quemó, para explicar sus maldades. Otra hubiese sido la historia sin la satánica inquisición.
Tenemos a un aprendiz de espectro algo díscolo, a su instructor, y a las brujas lideradas por Malkin. Un ejército de seres espectrales de diversa calaña y poderes. Y una tecnológica capacidad para pasar de ser las más horrendas bestias del mundo animal, a lo que alguna vez fueron, mujeres y hombres castigados por h o por b.

Sí, la película tiene inconvenientes con la presentación desordenada de algunos de sus protagonistas, que irrumpen de manera forzada en la historia. Aún así, por influjo de las actuaciones y la segundas lecturas del filme, consigue su propósito de iniciar una saga fantástica, paso necesario para convertir este éxito literario en un relato fílmico del que ojalá sigan participando Bridges y Moore. Inicio con más futuro que presente, y brujas que se quieren vengar.

POR QUE SI:

Buenas actuaciones, efectos especiales, ritmo y una historia medieval con crítica política.