“El Silbón: Orígenes” es una película venezolana dirigida y co escrita por Gisberg Bermudez, los otros escritores son Gisyerg Bermudez e Irina Dendiouk. Está protagonizada por Daniela Bueno, Yon Henao Calderón, Eliane Chipia, Vladimir Garcia, entre otros.
La película trata sobre Ariel, quien nació marcada con una maldición y que su único objetivo es vengarse como un justiciero desatando una serie de asesinatos. La premisa no es del todo original, sobre todo por las “maldiciones” y la “sed de venganza”.
Esta película es recién el tercer proyecto a cargo de Gisberg, que escibe y dirige, siendo los dos anteriores trabajos un cortometraje de género musical llamado “Amo” y su ópera prima “Portion”, un drama. De esta manera nos encontramos con que es su primera vez manejando este género de terror.
“El Silbón: Orígenes” es de ese tipo de películas que tratan de no ser como las típicas cintas de terror que hay hoy en día y hace unos años, pero a su vez tienen ciertas similitudes con éstas. “El Silbón” causa muy poco miedo en su hora y quince de duración y el tema de los sustos y saltos no terminan de generar eso. Lo que sí está presente son buenos momentos de tensión antes de las escenas de miedo y sobre todo las sangrientas/gore.
Si bien las actuaciones no terminan de destacar tanto porque hay presentes unos cuantos personajes (sobre todo secundarios), eso no quiere decir que sean malas. La gran mayoría de ellos, más que nada los protagonistas, hacen buenas interpretaciones en los momentos de mayor suspenso y tensión dentro del film. En cuanto al silbón, la razón de su sed de venganza y la maldición que le sucedió cuando nació, está explicada de una forma muy simple.
Un punto muy bien logrado es la ambientación y los escenarios donde se desarrolla toda la historia, manteniendo todos esos colores oscuros y lugares como una especie de granja, sitios bastante vacíos solo con plantación, etc. Los efectos de la sangre también se pueden apreciar bastante reales y la personificación del Silbón como tal, es bastante imponente.
Para resumir, “El Silbón: Orígenes” no llega a ser una tan mala cinta de terror, presenta buenos momentos y aspectos técnicos, pero no una sólida historia para mantener el interés del espectador.