Alguien espía a Fernando Berlasky. Desde alguna de las incontables ventanas, frente a su departamento del barrio de Belgrano, alguien le saca fotos, lo filma y le manda mails. Los motivos son poco claros: Una extraña organización llamada K.E.O.P.S. intenta obligarlo a responder un extraño cuestionario. Fernando sospecha de que se trata de una broma pesada, aunque las cosas empiezan a tomar un color oscuro cuando descubre que lo siguen, alguien entra a su casa y los mails se vuelven amenazantes y violentos.