Una guerra reciente con exceso de patriotismo
Mark Wahlberg produce y protagoniza una película de guerra a la antigua, con el agregado moderno de que narra una misión fallida de comandos Navy Seals durante la invasión de Estados Unidos a Afganistán. La misión consiste en capturar a un malísimo jefe talibán, responsable de la muerte de 20 marines unos días antes, pero las cosas salen mal y los cuatro comandos terminan enfrentándose solos a todo un ejército.
Basada en una historia real contada en un libro autobiográfico por el personaje de Wahlberg, la película se toma casi una hora antes de que empiece la acción. Eso sí, cuando empieza, no para nunca, ocupando prácticamente la hora restante de proyección. Las escenas de combate están muy bien filmadas, pero el ambiente de bosques montañosos en los que transcurre la acción no ayudan demasiado a darle un interés especial a las balaceras, evitando casi todo contacto cercano con el enemigo e insistiendo más que nada en el coraje de los protagonistas. Es decir, a diferencia de una película como "La caída del halcón negro" de Ridley Scott, en la que los marines quedaban atrapados en una ciudad dominada por los somalíes contra los que debían combatir, aquí la interaccion con los talibanes es más bien mínima.
El director Peter Berg maneja muy bien la acción, pero en films fantásticos como "Hancock" podía darle más vida a los personajes, que aquí son bastante básicos, Como todo film basado en hechos verídicos recientes, el espectador por momentos podrá preguntarse hasta qué punto la historia que se cuenta es real y hasta qué punto todo el asunto puede estar influido por el tono patriótico derivado de una guerra reciente. En todo caso, la película está bien filmada, y acción no le falta.