“EL SOBREVIVIENTE”: LA REALIDAD MÁS BRUTAL
Los Navy SEALS son una fuerza especial que forma parte de la Armada de los Estados Unidos y que tiene a cargo misiones de alto nivel de complejidad como la que tuvieron a cargo Marcus Luttrell (Mark Wahlberg) y sus tres compañeros (Michael Murphy, Matthew Axelson y Danny Dietz), que buscaban neutralizar o incluso – de ser necesario – eliminar a un agente talibán en territorio afgano.
La película que dura aproximadamente 2 horas – apenas un minuto más – está dirigida por Peter Berg (director de Battleship y Hancock entre otras) y cuenta la historia de supervivencia de estos cuatro militares estadounidenses que, al principio sin haber sido descubiertos todavía, capturan a miembros de este grupo talibán a los cuales finalmente dejan ir luego de una difícil decisión sobre si deberían matarlos ya que no se encontraban batallando aún.
Esta elección moral es lo que termina provocando la persecución sobre ellos de un grupo mayor, que se encuentra fuertemente armado y que se propone ni más ni menos que eliminar al enemigo a toda costa.
Protagonizada también por Taylor Kitsch (John Carter), Emile Hirsch (Into the wild y MilkBen Foster (3:10 to Yuma y Contrabando) y Eric Bana (Troya y Star Trek), superior de los soldados que se encuentran en el frente. El largometraje cuenta una historia real basada en un best seller del diario The New York Times llamado Lone Survivor que el director logra convertir en algo más que una simple película de acción.
Aislados y sin posibilidad de comunicarse, estos cuatro soldados luchan contra los talibanes y es Berg quien se encarga de retratarlos, a través de los planos que utiliza y de una buena ambientación musical de la zona bélica. En una muestra de lo brutal, devastadora, dolorosa e inverosímil que puede ser un enfrentamiento armado en esos territorios. Incluso para aquellos que están más preparados, llevando su capacidad física y preparación hasta el extremo para ponerlas a prueba.
Mark Wahlberg es quien vuelve realista para la pantalla grande la historia real, haciendo de su personaje a un hombre preparado para matar y morir hasta que lo segundo se vuelve una posibilidad rotunda y casi inmediata ante la cual prima el instinto de supervivencia más allá del entrenamiento militar.
Los intentos por seguir viviendo se vuelven lo más importante, sin importar que tan cerca pasen las balas, y lo que en un principio era una misión para eliminar a un peligroso agente talibán se vuelve, de la mano del director, en la búsqueda de un refugio que los salve y los transforme en sobrevivientes. Olvidando su posición dentro de los Navy SEALS y volviéndolos hombres comunes como cualquier otro, luchando por su vida.