Natasha tiene un día para resolver el problema de inmigración de su familia, antes de que los deporten a Jamaica. Ese mismo día, Daniel tiene una importante entrevista de trabajo. El destino los unirá, y pasaran las pocas horas que pueden compartir juntos, mostrando que, pese a la adversidad, el amor siempre puede triunfar.
Nos llega otra adaptación de un libro enfocado a los jóvenes adultos; y por desgracia, tenemos otro fiasco en las salas, al mismo nivel de After. Y antes de seguir, queremos aclarar que quien les escribe, no detesta este sub género; pero ya sea porque el material original es flojo, o porque los guionistas son incompetentes a la hora de trasladar las historias a la gran pantalla, sobran los dedos de una mano para contar las buenas películas que nos llegan desde este mundillo literario.
Uno de los mayores problemas de estas cintas, y que se hace presente en El sol también es una estrella, es el de sus actores protagonistas. Entendemos que elijan interpretes carilindos que atraigan al público adolescente; pero es que todos parecen cortados por la misma tijera. Cuerpos torneados, pero ni un ápice de talento, al grado que, en más de una ocasión, terminan generando antipatía con el espectador que es ajeno a estas tramas.
A esto hay que sumarle que el mensaje final, casi siempre es el mismo; diciéndonos que debemos creer en el verdadero amor y el destino, pese a todas las trabas que la vida nos pueda poner. Pero en pantalla, vemos situaciones tan inverosímiles, que son menos creíbles que gente teniendo súper poderes.
Quizás como dato curioso, queda en preguntarnos como es que contaron con John Leguizamo para un rol secundario en la película; sabiendo todo el talento que tiene el actor de ascendencia latina.
El sol también es una estrella es otro film más de un sub género que parece no poder dar una buena película para el público ajeno a sus historias. Poco para destacar, y, por ende, un producto final para nada recomendable.