De la mano de uno de los creadores de Mercano: El Marciano llega una bizarra comedia animada.
ABSURDO
Si bien Mercano el Marciano fue una creación de Juan Antin, fueron las sencillas ilustraciones de Ayar Blasco quienes le dieron vida. Fue este antecedente lo que me levantó una ceja de interés por esta película, pero la chispa que hizo que fuera a la privada con mucha expectativa fue por dos cosas que leí en el dossier de prensa que estaba adjuntado a la invitación: Primero, que entre su reparto de voces figure el legendario Dr. Tangalanga. Segundo, que el realizador haya dicho que si bien mantuvo el estilo de ilustración que tan buenos resultados le dio con Mercano el Marciano, se vio también influenciado por animaciones hilarantes y muy simples en su procedimiento tales como South Park, Beavis & Butthead y Alejo & Valentina (ya era hora de que alguien reconociera al grosso de Szykula). La película que nos compete es una comedia apocalíptica que se inscribe con seguridad dentro del terreno del absurdo.
APOCALIPSIS BUENOS AIRES
El argumento de la película es bastante sencillo: Después de una hecatombe generada por el poder político, Buenos Aires se vuelve un desierto apocalíptico digno de Mad Max. Los sobrevivientes que quedan surcan la tierra en busca de sobrevivientes. Con esta premisa se suceden una seguidilla de peripecias del más extremo humor bizarro con este objetivo en mente. Aunque la primera mitad pasa volando por las situaciones de comicidad, la película decae en su segunda mitad, pero como no es lo mismo que te falten 30 minutos para terminar a que te falten 60, se las arreglan para mantener una comicidad justa y necesaria.
ESTA ES LA VOZ
Las voces suman muchísimo a la cuestión y dotaron de una enorme credibilidad a una animación que si bien tuvo resultados probados con éxito, se necesita de buenos interpretes para olvidar que estamos viendo garabatos. Con esto aclarado, los trabajos de voz que se roban la película son sin lugar a dudas los del Dr. Tangalanga y Sofía Gala Castiglione.
ACIERTOS
A nivel técnico, es increíblemente aplaudible como lograron tanto con tan poco. Nos recuerda que el cielo que puede tener como limite la animación, en oposición a lo que puede costar reproducir lo mismo en live action. Blasco tiene un buen pulso narrativo y se nota que la pasó bien haciendo esta película; yo también al verla. Su pulso fue tan acertado que cuando cometió un pequeño error con la grabación de las voces de los personajes y que se nota en pantalla, encontró la manera de revertir este error a su favor y trajo como resultado no solo la risa más grande de la película, sino un sentido aplauso del público. Solo una persona de mucha pericia puede conseguir ese resultado. “Lo que es un error para una persona, es una obra de arte para otra” diría Robert Rodríguez.
CONCLUSION
Con medios prácticamente magros, Ayar Blasco crea un compendio más que disfrutable de situaciones humorísticas en un escenario peculiar. No es una obra maestra, pero me queda claro que si Blasco saca otra película, la voy a estar esperando.