Hace apenas unos días se estrenó The Amazing Spider-Man 2, una nueva entrega de la segunda trilogía - previo reinicio - de uno de los héroes más emblemáticos del mundo de los comics. La popularidad de Spider-Man es innegable ya que mientras Batman, por ejemplo, se destaca por ser un héroe mortal, Spidy resalta por ser un héroe humano, lo que sugiere una insondable diferencia. Sin embargo, no es el arácnido de la gente el que vemos en esta oportunidad.
La película, nuevamente dirigida por Marc Webb, nos sitúa un par de años después de los acontecimientos de la primera, viendo la eterna subtrama del personaje, que narra el desequilibrado esfuerzo de nuestro protagonista por ser Spider-Man y Peter Parker al mismo tiempo. Se nos presenta muy lentamente a los personajes que jugaran roles importantes en la historia, se nos presentan los primeros conflictos y, como si fuera un terreno con declive, luego se deja que las cosas avancen por si solas siguiendo un evidente rumbo hacía una anunciada conclusión. La película tiene dos grandes problemas innegables y un compendio de desprolijidades que, mientras definitivamente se encuentran ahí, podemos llegar a discutir cuan relevantes son en términos de afectar al film.
En primera instancia - y como ya es moneda frecuente - todas las escenas que significan algo fueron mostradas por completo en el trailer, logrando que la excesiva duración de 142 minutos se sienta forzada en varios momentos, tornando insoportables todos aquellos donde Andrew Garfield no está en pantalla, ya que sin él o Emma Stone, el tedio no se sostiene. El resto de los personajes son caricaturescos y no en un sentido de historieta, recordándonos actuaciones como las de Kevin Spacey como Lex Luthor o Jim Carrey como El acertijo y entregando la peor actuación hasta el momento de Dane DeHaan, quien había demostrado madera de villano en Chronicle, pero acá deja mucho que desear. A su favor, eso se puede llegar a deber a la violenta edición que hubo que realizar para que la película se mantuviera PG-13, pero en todo caso, es un detalle que deberían haber pensado de antemano.
El segundo problema es que, por más que el director al día de hoy lo niegue, toda la película es un preámbulo para el próximo a estrenarse universo extendido de Spider-Man. Teniendo en vistas la película de los Seis Siniestros y Venom - que a priori suenan muy interesantes visto y considerando que serían films protagonizados por villanos - esta entrega no hace más que allanar el terreno para las mismas, quitándole toda relevancia al aquí y ahora. Es decir, los sucesos de la película tienen consecuencias, pero ninguna en esta misma película. Si se me permite la referencia fácil, es como si se tejiera una tela de araña, pero todos los cabos estuvieran sueltos. Por un lado, no sabemos cómo terminará cada intersección a futuro y por otro lado, al no estar atados estos cabos, la película no se sostiene por sí sola. Lo único auto conclusivo de la película es una historia acerca de los padres de Peter que mientras revela un punto importante de lo que es la historia de Spider-Man, se podría haber relatado de una manera mucho más rápida.
Por el lado de las desprolijidades, que siempre son subjetivas, los diseños de personajes son medio pelo - a excepción del a armadura de Rhino - y la musicalización deja bastante que desear, incluyendo canciones con letra en medio de conversaciones, obstaculizando los diálogos que se supone que nos están poniendo en situación. Si a esto le sumamos varios errores de continuidad, termina resultando trabajoso sumergirse en la película y dejarse llevar por la fantasía.
De todos modos, no todo es un desperdicio. Las escenas de acción están realmente bien filmadas - por más que la gran mayoría sean generadas por computadora - y la película lleva muy bien ese "ambiente de Nueva York" que siempre tuvieron los comics, que lo ponen a uno en contexto aunque jamás haya pisado la ciudad. Lamentablemente, quitando esto y a los protagonistas, no mucho más se puede decir de este largometraje que hubiera sido mucho más tolerable como una mini serie introductoria de las películas por venir, que en el formato que nos es presentado. The Amazing Spider-Man 2 no nos deja otra alternativa que calificarla como una decepción sólo mejorable por una tercer entrega que cumpla con lo que la segunda promete y una candidatura a rotar incansablemente por los canales de aire el próximo verano.
Lo Mejor: Andrew Garfield nació para ser Peter Parker.
Lo Peor: Quiere condensar el desarrollo de una saga completa de comics, en una sola película.