Esta nueva versión fílmica del Hombre Araña parecía en principio innecesaria, tan sólo un intento de lucrar con la franquicia luego de que Sam Raimi, el director de la saga, fuera dejado de lado en pos de una remozada etapa del superhéroe en el cine. Raimi había logrado una gran trilogía, especialmente en los dos primeros films, arribando a un tercero menos logrado pese a su vuelta de tuerca sobre el personaje. Por otra parte Marc Webb, director de la notable 500 días con ella, venía de un género completamente distinto y no parecía el más apropiado para este abordaje. Sin embargo este cineasta experto en videoclips toma las riendas de la saga de manera inmejorable, logrando otorgarle al proyecto un nuevo y revitalizador punto de partida. Contando con Andrew Garfield, un protagonista mucho más carismático, estilizado y emocional que Tobey Maguire, y un guion muy bien elaborado por un terceto de expertos como Steve Kloves, James Vanderbilt y Alvin Sargent, El Sorprendente Hombre Araña toma fenomenal impulso desde el arranque y no abandona su buen pulso cinematográfico hasta un final que hasta llega a conmover, incluyendo un apéndice en medio de los créditos finales a propósito de una muy probable extensión de la nueva serie arácnida.
En este caso, con un aire de precuela no tan absoluto, la historia de Peter Parker se remonta a su más tierna infancia, buscando nuevos indicios de sus conflictos y su naturaleza. Un misterioso portafolio que perteneció a su padre dará pie a revelaciones sobre su pasado y un contacto directo con el villano de turno, uno de los mejores que ha dado el cine en este género, el Dr. Connors, alias El Lagarto. Además del excelente Garfield, un elenco de grandes actores (Martin Sheen, Sally Field, Denis Leary, etc.) enriquecen el producto.
Quizás una duración algo extendida y alguna profusión de diálogos con toques psicologistas en la primera parte no resulten tan propicios para preadolescentes y jóvenes, pero el público adulto y más aún el fan del comic y los superhéroes clásicos va a disfrutar intensamente de este –realmente- sorprendente Hombre Araña.
Imperdible y extraordinario por donde se lo mire.