Resulta que lo es. Porque después de la trilogía de Sam Raimi, con Tobey Maguire y Kirsten Dunst, hacer la cuarta con otro equipo era un gran desafío. Para el director Marc Webb (500 dias con ella, The Office en la tele), para la nueva cara del héroe, Andrew Gardfield, y para Emma Stone las cosas pintan muy bien. Gardfield le da una calidad más sensible, vulnerable y juguetona a su Spiderman. La química con Emma es perfecta: son novios en la vida real y buenos actores. La acción y los efectos impresionan y las dos horas quince se pasan en 3D con un entretenimiento de primera. Seguro destino taqullero.