La historia es la rivalidad, y luego la amistad, entre Walt Disney y P.J. Travers, la autora de Mary Poppins, mientras el primero trata de llevar el libro a la pantalla. Lo mejor del film es el juego entre Tom Hanks y Emma Thompson, que se dedican a hacer sonreír y llorar (cuidado: más lo segundo que lo primero, este film es un drama agridulce) generosamente. Lo demás es una especie de episodio Billiken de la historia (chica) del cine.